sábado, 27 de diciembre de 2008

VERDUGOS TRICOLORES Y CÍA

El gobernador priísta de Coahuila, Humberto Moreira, impulsó una iniciativa para reformar la Constitución Federal y se pueda aplicar la pena capital a los reos de ciertos delitos, misma que fue aprobada por los obsequiosos diputados locales y se envió al Congreso de la Unión para su estudio y discusión. Constituye una muestra más del pragmatismo y el oportunismo con el que operan la mayoría de los políticos en nuestro país. De antemano, Moreira sabía que su intento estaba destinado al fracaso, ya que para modificar la Carta Magna se requiere una mayoría de las dos terceras partes de ambas Cámaras y además que debe ser aprobada por la mayoría de las legislaturas de los Estados. Era evidente que diputados y senadores del PAN y del PRD se opondrían a dicha iniciativa, bajo diferentes consideraciones: morales, de eficacia o de índole humanitaria. Pero no importa que sea rechazada, pues habría cumplido con sus fines electoreros, ya que en la mente de los votantes en el 2009 y las presidenciales del 2012 se quedaría la idea que tanto él, como el PRI, pretendieron supuestamente hacer algo efectivo contra la violencia y la delincuencia organizada. Aunque si se reflexiona por un momento, dicha iniciativa no es sino la expresión de su fracaso de su gobierno en procurar la justicia en Coahuila que se podría sintetizar en una frase: como no podemos, matemos. Con total impudicia Moreira argumenta que los secuestradores y los sicarios del narcotráfico son inadaptados sociales a los que hay que extirpar de la sociedad, en ello no hace sino seguir el ejemplo de su correligionario Montiel, quien en su campaña como precandidato a la presidencia, afirmaba que los derechos humanos eran para los humanos, no para las ratas. Por desgracia, la sociedad mexicana hastiada de tantas matanzas y secuestros, debidamente mediatizada por la televisión, esta preparada para que se le ofrezca una drástica e ilusoria solución a la violencia; que revela más bien propósitos de venganza que de justicia. Con argumentos frente a los abolicionistas tales como: ¿qué opinarían si el secuestrado, difunto o extorsionado fuera tu padre, hijo o pariente? La brutalidad homicida no nos obliga a convertirnos también nosotros en homicidas. Borges, el famoso escritor argentino, en cierta ocasión expresó: odio a los caníbales, aunque para acabar con ellos no me comería a los caníbales. El argumento moral se impone a cualquier consideración sobre la posible eficacia de las penas. Aunque se llegara a demostrar que privando de la vida a los maleantes se abatiera la comisión de los delitos extremos, el respeto a la vida es un imperativo superior de ética civilizatoria, pues si regresamos a los tiempos de la Ley del Talión, significaría un grave retroceso para la humanidad. Por otra parte, la pena de muerte como recurso disuasorio es ineficaz ya que en ningún país de los que se encuentra en vigor ha logrado abatir la delincuencia, antes por el contrario se ha incrementado. Los delincuentes amateurs amenazados con el drástico castigo se volverían más agresivos frente al panorama del ajusticiamiento. Además, la pena capital es una medida irreversible, que una vez ejecutada hace imposible reparar los errores judiciales o las sentencias amañadas. De instaurarse la pena de muerte en nuestro país, dada la penetración del narcotráfico y la corrupción la policía, los sistemas de procuración y administración de justicia, solamente se eliminaría a gente inocente; a los delincuentes pobres, pero no a los culpables ricos; a los líderes sociales y los adversarios políticos. Manlio Fabio Beltrones, líder de la bancada tricolor en el Senado, de manera falaz argumentó que por ser un asunto de gran interés para la ciudadanía se debería discutir ampliamente, como fue el caso de la reforma petrolera, apoyando así el recurso inmoral de utilizar la pena de muerte como herramienta político electoral. También el partido Verde, esa franquicia familiar que medara del erario, que hace poco pedía el voto “para los ecologistas, no para los políticos”; que luchaba contra las corridas de toros para evitar la tortura que se inflinge a los animales, hoy reniega de todos los principios que decía defender y se une al coro de los verdugos para “cachar” sufragios. El afán de ambas formaciones políticas al proponer tal debate, es demagogia pura, ya que están al corriente de la obligación del Estado mexicano de cumplir los tratados internacionales en los que se comprometió abolir la pena de muerte, mismos que ahora tienen jerarquía constitucional al ser incorporados a nuestro sistema jurídico, en los términos del artículo 133 de nuestra Carta Magna. “Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de los Estados” Por ello es un verdadero desatino de Moreira y asociados, que para eludir dicha norma, ahora pretendan reformar la Constitución Federal, enemistando a la opinión internacional contra nuestro país, la que vería en esa medida una triquiñuela para eludir los compromisos contraídos (JAMG).

SEÑOR DIRECTOR

Señor Director: La enfermedad del anonimato ha tomado carta de ciudadanía en nuestro medio y se ha convertido en un mal endémico. En la edición del 18/12/08 de este Semanario aparece un escrito que nuevamente oculta su autoría. ¿Acaso los editores se hacen responsable del mismo? El encabezado de “Comunicación Social”, no se sabe a ciencia cierta si corresponde al título del escrito o si se trata de la denominación de una entidad que se hace pasar como pública o tal vez se trate del nombre de una persona física, la señora Comunicación Social. Lo mismo acontece, si se observa su contenido, el cual es objetivamente imposible ubicarlo dentro de los géneros periodísticos, no se tiene la certeza si se trata de comunicado oficial, una gacetilla, o un panfleto, es decir “un escrito breve en prosa en tono polémico de carácter satírico o agresivo”. ¿Se trataba de informar a la ciudadanía sobre un acto oficial del gobierno municipal? A ello dedica unas cuantas líneas y en el resto de la plana sus afanes se centran, en tratar de refutar las imputaciones de un adversario político. Los argumentos en descargo son muy breves, pero luego como una forma de justificar las propias deficiencias en que se pudo haber incurrido, no duda en descalificar la actuación del Regidor Nápoles Sosa al que acusa de “aprovechar su relación partidista” para “beneficiar a una asociación civil”; de estar “devolviendo favores”, de “promocionarse para otra contienda electoral”, de “tener compromisos particulares”. Seguramente la ciudadanía hubiera apreciado más, se hubiese detallado una relación de las obras que realizó la administración municipal durante el primer año, de gobierno con expresión de ingresos y gastos. En todo caso, bien se pudo entablar la polémica en un comunicado independiente, a la manera de Ventaneando, en el que el papel de un Patricio Chapoy de la política, bien la pudo asumir un miembro del revolucionario institucional en defensa de sus correligionarios ahora en el poder y bajo la responsabilidad de su nombre. Es a todas luces impropio mezclar un comunicado oficial con una diatriba partidista. Tampoco la forma ayuda a borrar esa mala impresión, pues la nota aludida comienza en un tono impersonal y descriptivo: “se llevó a cabo la sesión solemne”, “se inició con un acto solemne”, “el presidente municipal dio inicio”, para luego emplear la tercera persona del plural “no dudamos” (que existan deficiencias), o el “informamos”, para luego usar la particularidad de la primera persona del singular, como si estuviera disertando una persona física (y no un posible representante de una persona colectiva): “le comento, regidor”, “no entiendo”, “lo invito”. ¿Quién será el “yo” que se oculta en dichas líneas? Por otra parte el relato de lo acontecido el sábado 13 en el llamado Auditorio Municipal también despierta un mundo de interrogantes. Al parecer las sesiones solemnes características de los informes de gobierno han abandonado la austeridad republicana propia de ese tipo de actos, y ahora no se sabe a ciencia cierta, si se han trasmutado en tertulias musicales o en actos para degustar bocadillos. Peor aún, hay quien pretende que la rendición cuentas de los funcionarios priístas sean un cenáculo exclusivo de los apóstoles tricolores, circunstancia que sólo puede prestarse a la autocomplacencia y las complicidades. De otra manera no se entiende la salida de tono de un orador que confundió un fasto oficial con una tribuna para el mitin callejero. Por simple cortesía elemental, se deberían haber ofrecido públicas disculpas a los invitados especiales, al representante del Gobernador del Estado y a todos los asistentes que militan en formaciones políticas diversas al de un ayatola fundamentalista, que arroja zapatos verbales al rostro de los huéspedes, en este caso, sin merecerlo. En último término, pero de no menor importancia, es muy poco elegante que en los comunicados supuestamente oficiales, ya sean escritos o en los perifoneos las propias autoridades insistan en autocalificarse como honorables, -el “H” o el “Honorable Ayuntamiento- lo cual es un verdadero despropósito. Habrá que recordar el famoso dicho: “alabanza en boca propia es vituperio”, y a éste se le define como “una acción que causa, oprobio, deshonra o baldón”. Insistir en la propia honorabilidad no hace sino despertar la suspicacia de los gobernados. Ya es hora que nuestros cabildos abandonen esa práctica inveterada y viciosa del autoelogio y se asuman simplemente en la dimensión jurídico-política que deben tener: el de ser nada menos, un Ayuntamiento constitucional, pero nada más. Atentamente. Jorge A. Mora G.

domingo, 21 de diciembre de 2008

MACHISMO Y POLÍTICA

El machismo constituye una forma de pensar y de actuar basada en una pretendida superioridad del hombre respecto de la mujer y en las supuestas cualidades viriles, como la fuerza. El machismo conlleva un sentimiento de inferioridad frente a los demás, por ello se tiene que hacer ostentación de la potencia sexual, la cantidad de dinero que se tiene, de la fortaleza y las habilidades sobrehumanas que poseen cuando se pelea a puño limpio, así como la actitud permanente de jamás evadir cualquier reto, ya sea sustentando una apuesta, o para ver quien aguanta más la ingesta de bebidas alcohólicas, y que se puede sintetizar en la expresión ya consagrada de: “nunca me rajo”. El machismo oscurece el discernimiento, es decir, la facultad de distinguir claramente las varias opciones que se le presentan a la propia conducta y las consecuencias dañosas que las acciones pueden acarrear, para sí o para los demás, pues la pasión ciega el entendimiento, el hígado se impone al cerebro. Por desgracia, es una ideología a la que mucho han contribuido a edificar las propias mujeres; desde las madres de familia que asignan a sus hijas el papel de sirvientas de sus hermanos, a quienes tienen que servirles de comer, zurcir sus prendas, lavarles y plancharles la ropa; por ello los señoritos se forjan la idea de que todo lo merecen por el hecho de ser varones y que sólo tienen la obligación de pavonearse frente a todo el mundo. El obligar a las hijas a que realicen todas esas actividades lleva implícita la idea de que las mujeres, por ser inferiores, tienen que servir a los hombres. En la etapa del noviazgo las mujeres hacen creer a los varones que son más inteligentes que ellas y tienden a concederles siempre la razón en sus propias discusiones o frente a los demás; soportan su mal humor, los celos inmerecidos, los regaños y hasta el maltrato físico. Ya en el matrimonio, además las deformaciones que se arrastran del noviazgo, las mujeres además deben soportar todo el trabajo del hogar, la crianza y la educación de los hijos, y muy frecuentemente, contribuir al gasto familiar laborando fuera de casa. Mientras que los varones no mueven un dedo en las tareas domésticas por el temor de ser tachados de “mandilones”. Pero el machismo trasciende la esfera familiar e impregna todas las relaciones sociales. En el trabajo todos los compañeros son unos “pendejos, inútiles y güevones”. A las compañeras, trabajadoras, a sus dependientes, a los más jóvenes o a quien tiene mayor necesidad del trabajo son tratados a punta de maldiciones, especialmente a “mentadas de madre”; lo que nuevamente revela el poco valor que se concede a las mujeres. El tener algún poder sobre otro incrementa el machismo, ya se trate de profesores, directores de escuela, burócratas, mayordomos, empleadores, patronos, policías, agentes judiciales, caciques regionales, diputados, gobernadores o presidentes municipales. Entonces, al machismo se suma la prepotencia, es decir el ejercicio de un poder que es superior al de otro, en especial cuando se hace alarde de él o se emplea de manera abusiva (Larousse). Por ello no es extraño que el edil de un pueblo vecino pueda mandar que a los adversarios políticos no se les poden los árboles que están frente a sus casas; y se lamenten por haberse dado mantenimiento, sin inadvertirlo, al camino que pasa por sus parcelas. Son decisiones autoritarias y sin apelación que hacen recordar a los ukases que emitían los antiguos zares de Rusia. En nuestro propio terruño, los representantes municipales también incurren en actos de prepotencia, tal vez condicionados por el sentimiento machista que impera en nuestro medio. El ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública haciéndose acompañar de una banda estridente, después de que habían publicitado ampliamente la prohibición de hacerlo en el ámbito de la Plaza y la Parroquia durante las fiestas patronales, es un hecho que sólo puede interpretarse como una simple y llana ostentación del poder. Los funcionarios no pueden estar por encima de las normas que están obligados a cumplir, máxime si emanaron de su propia autoridad. Un Estado de Derecho existe cuando la ley se aplica a la universalidad de los sujetos previstos en los supuestos de las normas, sin distinción de personas (a unos sí y a otros no). “Todos somos iguales, pero habemos unos más iguales que otros”, parodiaría George Orwell en La rebelión en la Granja. Cuando los poderosos se consideran exentos de sujetarse a su propio ordenamiento legal, ¿con que autoridad moral podrán condenar su violación en lo sucesivo? El apoyo en la fuerza pública no basta para obtener la gobernabilidad, sino que debe apoyarse en el consenso de la población, en esto constituye la legitimidad y no sólo en el triunfo den las urnas. Que por lo demás, desde su origen estuvo empañado por actos de desacato a las reglas sobre culto público. En esa oportunidad, se argumentó que los hechos eran meramente coincidentales. Sin embargo la insistencia posterior de acompañar los actos oficiales con ceremonias y símbolos religiosos, parecieron dar la razón a los impugnadores. Seguramente la ciudadanía espera que no se convierta en un patrón de conducta el desacato a la ley de parte de los miembros de nuestro Cabildo (JAMG).

domingo, 14 de diciembre de 2008

Entre lo sagrado y lo profano

Las ferias provienen de la Alta Edad Media y tenían como objetivo el intercambio de los más variados productos entre varias comarcas de Europa, como la celebrada en la región de Champaña en el reino de Francia. Fueron en sus orígenes, grandes mercados regionales, una especie de Centrales de Abasto temporales, que funcionaban en fechas específicas, que en muchos casos coincidían con la de algún santo cristiano. En ellas tenían se llevaba a cabo una serie de festejos tanto de carácter profano como eclesiástico. Cuando llegaron los españoles al Nuevo Mundo, trajeron consigo esta tradición fuertemente condicionada por el signo religioso a causa de la militancia que ejercieron enfrentando a los moros de fe musulmana, durante los 800 años que duró la Reconquista. A su vez, los indígenas americanos imprimieron a las fiestas cristianas el sello específico de de su cultura; en el caso particular de México, el culto que rendían a sus antiguos dioses siempre se realizó en espacios abiertos mediante grandes procesiones y una liturgia centrada en el canto y la danza. Presionados para que se bautizaran sin la debida disposición y conocimiento, en los actos del culto cristiano nunca se estaba seguro si estaban destinadas a las divinidades traídas por los conquistadores o a las ancestrales que les eran propias. Las fiestas patronales de Yurécuaro, como las de otras muchas poblaciones mexicanas revelan esa doble herencia en la que aparecen mezclados lo español con lo indígena y evidencian, asimismo, el doble condicionamiento de su dimensión sagrada y los requerimientos del mundo profano. Como si se tratara todavía de la competencia entre los distintos barrios o calpulis prehispánicos, en las fiestas supuestamente religiosas campea el espíritu de ostentación y de competencia tanto en el adorno de las calles como en la fastuosidad de las procesiones donde cada vez se incrementa la participación de mariachis, bandas u orquestas; la proliferación de danzantes que mixtifican la herencia indígena; carros alegóricos en los que prevalece el número y la espectacularidad, sobre el mensaje que pretenden trasmitir; o que el mismo atrio parroquial lo conviertan en una verdadera discoteca. Igual que las ferias medievales, las de la Santa Patrona son ocasión inmejorable para que grandes y pequeños comerciantes puedan tener un beneficio económico. Las cofradías para recabar recursos con la venta de comida; los artesanos pirotécnicos quienes durante doce días nos recetan un número infinito de explosiones; los vendedores de comida, bebidas, golosinas, espectáculos, palenques, juegos mecánicos todos instalados en torno a la plaza de armas; una actividad que cada año brinda la oportunidad a la Hacienda municipal de tener ingresos no presupuestados.
La forma en que transcurren las fiestas patronales mueve a dos reflexiones, una en el ámbito profano, otra en el religioso. ¿Habrá un beneficio tangible para el municipio al autorizar la instalación de la Feria, precisamente en las avenidas aledañas a la Plaza de Armas en lugar de la explanada donde habitualmente se hacía? Una de las consecuencias indeseables de ello fue que los permisionarios de la feria emplazaran su campamento justo en la confluencia de las calles Carpio y Guerrero, con camiones o en sus carpas que hacen las veces de casa habitación, y donde las señoras realizan actividades propias del hogar, lavando ropa, fregando trastes y arrojando a la banqueta toda clase de detritos. Ahora bien, es obvio que los permisionarios de la feria, que por la naturaleza propia de su actividad laboral se ven obligados a una constante trashumancia y vivir en condiciones muy precarias; que es de justicia que las personas puedan ejercer el trabajo, profesión u oficio que les acomode, siendo lícitos; que ésta es una facultad limitada sólo por los derechos de terceros y que no se perturbe el orden público; que las autoridades en turno estén en condiciones de recabar mayores impuestos, los que seguramente emplearán en beneficio de la población; pero ¿acaso no podían haber instalado su campamento en algún terreno baldío cercano evitándole así a los vecinos un sinfín de molestias? Por su parte, en el ámbito religioso, las modalidades que han asumido nuestras festividades, mueven a reflexionar sobre el antiguo pensamiento de los profetas, que en otras épocas externaron su condena a quienes pretendían estar en regla con Dios, cumpliendo solamente con ciertos ritos cultuales. Porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios más que holocaustos (Os 6:6). Por cuanto ese pueblo se me ha allegado con su boca y me han honrado con sus labios, mientras que su corazón está lejos de mí (Is 29: 13). ¿A qué traerme incienso de Seb y canela fina de país remoto? Ni vuestros holocaustos me son gratos, ni vuestros sacrificios me complacen (Jr 6:20). Si hambre tuviera, no habría de decírtelo, porque mío es el orbe y cuanto encierra. ¿Es que voy a comer carne de toros o a beber sangre de machos cabríos? (Sal 50:12s). ¡Aparta de mi lado la multitud de tus canciones, no quiero oír la salmodia de tus arpas! ¡Que fluya, sí el juicio como agua y la justicia como arroyo perenne! (Am 5: 23s). El sacrificio a Dios es un espíritu contrito (Sal 51: 19). Si esos profetas vivieran ahora, tal vez, harían sus reflexiones sobre el aroma de la pólvora y la explosión de los cohetes; el tañer de las campanas, el estruendo del mariachi, las galas de los carros, las luces de la disco parroquial y la ausencia de solidaridad social (JAMG).

viernes, 5 de diciembre de 2008

Un cazador furtivo

La sección de El chistorete de la semana insiste en trasmitir, bajo el pretexto del humor, la ideología más retardataria. No obstante que en el Directorio de este periódico se pone la leyenda “el contenido de los artículos son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión del Semanario”, como la mayoría de ellos se escudan en el anonimato, nadie asume la responsabilidad y parece que responden a la línea editorial del mismo. Ya en una columna anterior se transcribió un “chistorete” que revelaba, entre otras muchas aversiones, una fobia hacia los homosexuales masculinos y tenía como objetivo ridiculizar a los simpatizantes del PRD. La publicación del 27 de noviembre tiene como objetivo soterrado el denigrar a las feministas (todas) a las que implícitamente califica de lesbianas, revelando nuevamente gran intolerancia sobre la libre preferencia sexual de los individuos y de paso calificar como “pendejas” a las mujeres, por abrirse paso en el mundo de los varones. En esa oportunidad, como ahora, se vuelve ineludible hacer el deslinde correspondiente. Hoy, la sección de marras transcribe unas supuestas “Confesiones de una mujer moderna” que a todas luces revelan una mentalidad reaccionaria y machista. Con vocablos propios de la madre patria aderezadas con palabras vernáculas tales como: “Quién fue la bruja imbécil, la matriz de las feministas que tuvo la puta idea de reivindicar los derechos de la mujer”, “hasta que vino un pendejita, seguro lesbiana, la cabrona a la que no le gustaba el corpiño (¿?)” “Y vino a contaminar… con ideas raras sobre 'vamos a conquistar nuestro espacio'. Qué espacio, ni que la chingada”, “¿nuestro espacio? ¡Mis tetas!”; “Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar (¿?) ¿Para que chingados había que demostrárselo a ellos?”. El artículo del viernes pasado supuestamente pretende reivindicar el “tiempo de nuestras abuelas”, que “se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, enseñándose mutuamente secretos de condimentos, trucos, remedios caseros…”. Y para eludir el reproche que con justeza se puede hacer al tipo de vida patriarcal, donde la mujer debe ser sumisa e ignorante, la “autora”, pretende argumentar que dichas señoras también se la pasaban “leyendo buenos libros de las bibliotecas de sus maridos”. Como se puede apreciar, los saberes deben ser pertenencia de los varones, quienes graciosamente los podrán conceder a las esposas. Es la misma rancia ideología de los refranes de siglos pasados, que revelan en su justa dimensión la distorsión de los valores: “la mujer en sus quehaceres, para eso son las mujeres”; “mujer que sabe latín ni encuentra marido, ni puede tener buen fin”, “la mujer en la casa y el hombre en la plaza”. Aunque por otro lado, sería motivo de gran admiración que en nuestro medio todos los esposos tuvieran bibliotecas con “buenos libros” disponibles. Luego nos endilga una visión nostálgica y pequeño burguesa de la vida: “teníamos servidumbre (es decir, criadas), las telenovelas, el club, ¡Cuantas horas de paz nos trajeron la tecnología y las chachas!” Nótese el acento clasista con el que se designa a las trabajadoras domésticas y como la pretendida lectura de los “buenos libros” no hizo mella en su conciencia, que concibe la felicidad en el “tener cosas” y no en el ser mejores. “Si ya teníamos la casa entera. Todo el ¿----? Barrio era nuestro, el mundo a nuestros pies”. “Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de nostras para comer, para vestirse y para hacerse ver bien (sic) delante de sus amigos”. Es la misma lógica enajenada del esclavo que se complace por estar sujeto a una cadena dorada e imagina que faltándole él, su amo moriría de hambre. La “autora” cae en la incongruencia, pues las “señoras tradicionales” siempre echaron en cara a las feministas un supuesto afán de “dominar a los hombres” y ahora nos revela que ese destino obedece a una especie de orden natural. También concibe a la vida como una contienda sexista: “las mujeres no trabajábamos y no había en sus oficinas ninguna vieja buenísima, con un cuerpazo de tentación, divorciada o separada tratando de vivir y ganarse el pan. Y ahora… ¿Donde chingados están ellos? ¡Claro! Andan tras esas buenotas de su oficina y la competencia está muy cabrona. Ahora ellos están confundidos, no saben que papel desempeñan en la sociedad. (Nótese como se proyecta en el otro, la falla propia) Huyen de nosotras…”. “No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba, pero con tetas y el culo duros, para lo cual tengo que meterme al gimnasio, además de morir de hambre ponerme hidratantes, antiarrugas …”. Es el mismo razonamiento viciado de pretender satisfacer a sus eternos demandantes, los amos varones, aunque ahora bajo la dimensión cosmética, lo que nos lleva a concluir que la visión idílica que nos querían vender, del universo tradicional de “nuestras abuelas” no era tan venturoso, cuando se admite que los hombres demandan otro tipo de gratificaciones fuera de casa. “Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, doctorados y especialidades… (Nueva contradicción)… y si tienes hijos… aparte de ser flaca y moderna, también tienes que ser madre, amiga, psicóloga, doctora, maestra, llevarlos a la escuela, al ballet, al karate, hacer la tarea…” Entonces el problema no estribaba en que las feministas lucharan por reivindicar los derechos de las mujeres, para que éstas pudieran trabajar como los hombres, sino lo que subyace en el fondo de ese movimiento, como en el sentir de las “mujeres modernas insatisfechas”, es precisamente hacer conciencia de que el rol de las mujeres no es el de una especie de sierva doméstica o de esclava sexual, sino que ambos géneros deben luchar por la superación conjunta, lo que demanda el compartir las cargas de trabajo y las responsabilidades que acarrea la vida en común (JAMG).

domingo, 30 de noviembre de 2008

Morir en Las Vegas

El motor del sistema capitalista lo constituye la ganancia económica, pero cuando ésta se persigue sin importar los medios para obtenerla y se atropellan los derechos, la fortuna o la honra de clientes y competidores, se está en presencia del llamado capitalismo salvaje. Un ejemplo de ello lo proporcionan en México Televisa y TV Azteca que no dudan en emplear el chantaje y la calumnia para destruir a quienes se oponen a sus designios así sean legisladores del Congreso o Ministros de la Corte; pero sobre todo a quienes pretenden quitarles una migaja de su monopolio, como fue el caso de familia Saba o Javier Moreno Valle, el despojado propietario del Canal 40. Cuando el afán de lucro se da a costa de la salud de la población económicamente activa y de las futuras generaciones de un país, se está en presencia, ya no del capitalismo salvaje, sino de actividades propiamente delincuenciales. Es la lógica del narcotraficante, que argumenta: si vender substancias psicotrópicas, deja inmensas ganancias ¿por qué no hacerlo? Y puesto que para incrementar los beneficios es necesario ampliar el mercado actual y asegurar el futuro del negocio, habrá que reclutar nuevos consumidores entre la población emergente. Así razonan las empresas tabacaleras, cerveceras o de licores, cuyas campañas publicitarias se enfocan a los jóvenes, como se pueden constatar en los comerciales de la cerveza Sol, el ron Bacardí o el brandy Don Pedro, por mencionar algunos. Asimismo lo confirma la denuncia presentada en los Estados Unidos, de que las tabacaleras incorporaron una dosis extra de nicotina a los cigarrillos para que fuesen más adictivos. En nuestro pueblo, bajo el supremo criterio de la ganancia, se tolera o se fomenta el alcoholismo entre individuos cada vez más jóvenes. Mientras que en Norteamérica sólo se vende licor y tabaco a quienes son mayores de 18 años y acrediten su edad mediante una constancia oficial, en este municipio, que es un microcosmos de la nación entera, es común ver a púberes y adolescentes embriagándose con toda clase de bebidas, tanto los domingos como en las múltiples festividades, civiles y religiosas, celebradas a lo largo de todo el año. El alcoholismo y la drogadicción se erigen como los únicos medios de evasión, la salida fácil para una juventud que no se siente atada a un pasado ni comprometida con el porvenir. En un país que no ofrece a sus ciudadanos oportunidades efectivas de realización personal, tanto en lo material como en lo cultural; que no logra imbuir en sus miembros un sentido de finalidad como grupo social, y que la vida en común es digna de vivirse y vale la pena luchar por ello. Un síntoma evidente de esta descomposición lo constituyen las riñas colectivas que se vienen dando, cada vez con mayor frecuencia, entre hombres o mujeres ebrios, como las suscitadas durante el novenario de Cristo Rey o el día de Santa Cecilia. Fue ilustrativo e irónico que en esta última fecha se autorizara la instalación de un puesto de cantaritos tequileros, precisamente al lado del módulo en que las autoridades de tránsito pretendían mostrar gráficamente, (coche chocado y corona mortuoria incluida), las terribles consecuencias de manejar en estado de ebriedad. Si las algunos funcionarios o quienes se dedican al comercio de las llamadas “drogas socialmente permitidas” pretenden considerar la insistencia de esta columna en abordar esa problemática, como un ataque personal generado por simples motivos políticos, estarían revelando un afán por reducir un enorme problema social a una mera lucha maniquea entre resentidos y triunfadores, y poder vivir en holgada paz con su conciencia. Pero la terca e insoportable realidad existe independientemente de las personas que en un momento determinado detentan el poder político o económico pertenezcan al partido morado o del arco iris; sean los servidores públicos herederos de la Marcha de Zacatecas, familiares de Don Santurrón Sacristán, Don Lenin Comecuras o Don Florencio Girasol; miembros de la Logia de los Búfalos, del Club de los Elogios Mutuos o de la Perla Mas Bella del Ejido. En tanto no se constituya un auténtico Concejo Consultivo Municipal donde los ciudadanos puedan llevar sus reclamos, es un deber ineludible (para quien esté en condiciones de hacerlo), ejercer el periodismo de manera objetiva e imparcial para prestar la voz a quienes no pueden hacerse oír por otros medios. Cuando uno de sus cortesanos hizo ver al emperador Caracalla que era poco digno de un emperador romano haber fijado un impuesto a los excusados públicos, el monarca le replicó: el dinero no tiene olor. La desfachatez que revela esta frase no debe constituirse en la divisa de ninguna autoridad y por ello se debe luchar. Menos aún podemos resignarnos a que el destino de nuestro pueblo sea como el de aquel personaje cinematográfico Sam Sanderson (Nicolás Cage), que sin otro aliciente en la vida busca y logra acabar sus días ingiriendo licor en Las Vegas (1995). (JAMG).

sábado, 22 de noviembre de 2008

Renunciar a los principios

En los últimos días ha corrido el rumor de que en esta población habrá un torneo de gallos en el llamado “Auditorio Municipal”, con motivo de las fiestas que anualmente se celebran en honor de la Virgen, bajo las advocaciones de la Inmaculada Concepción y Guadalupe. No se podría imaginar un destino más digno ni más redituable que instalar un garito en los inmuebles públicos; seguramente tampoco existe un medio más adecuado para promover, entre los creyentes, la devoción Mariana que un palenque. De resultar cierta la especie se estaría en presencia del más crudo pragmatismo, tanto en la esfera profana como en la religiosa. El diccionario describe a éste como la actitud política basada en la eficacia y que consiste en ocuparse de los hechos y oportunidades, rechazando los principios dogmáticos o ideológicos. A su vez, el oportunismo es la actitud que consiste en acomodarse a las circunstancias que suceden en tiempo, lugar o circunstancia conveniente, para conseguir unos fines aunque se tengan que transgredir los propios principios. El pragmatismo y el oportunismo no son patrimonio exclusivo de los miembros de una determinada formación política, sino que parecen ser comunes a todos. Durante los 60 años en que fue oposición el partido de Acción Nacional se manifestó contrario al corporativismo y las prácticas clientelares, generados en el Antiguo Régimen, en un conjunto de gremios (estatales y privados), los que mediante dádivas y concesiones, fueron investidos de poder económico, social y político para que le sirvieran de soporte y fachada democrática. Sin embargo, los “gobiernos del cambio” no han vacilado en buscar el apoyo, entre otros, de la organización magisterial y del sindicato petrolero que pastorean, respectivamente Elba Ester Gordillo y Carlos Romero Deschamps, en los que (opinión generalizada), impera la corrupción y la explotación de sus agremiados; asimismo se han aliado con personajes tan siniestros como los gobernadores Mario Marín de Puebla y Ulises Ruiz de Oaxaca. Ello permitió que Vicente Fox gobernara “nadando de muertito” y que ahora Felipe Calderón detente el poder, ante la falta de legitimación que debían haberle proporcionado unos comicios equitativos, transparentes e incontrovertibles. Como se ve, pragmatismo puro. A su vez el Partido Verde Ecologista, al que supuestamente lo mueve la defensa del medio ambiente y el afán por preservar especies animales y vegetales en peligro de extinción, ante la violencia que se ha desatado en nuestro país y para ganar el apoyo de una opinión pública amedrentada, su dirigencia nacional no ha dudado en proponer se aplique la pena de muerte a determinados delincuentes. Ello a pesar de que, en los países donde existe, no ha logrado disminuir los ilícitos que pretende combatir; de que es una medida irreversible alimentada por la discriminación racial o económica, que condena a inocentes con demasiada frecuencia. Y todo esto, a sabiendas que en el sistema de procuración de justicia y los tribunales de nuestro país campea el cohecho y han sido penetrados por la delincuencia organizada. Los dirigentes verdes revelan por tanto un pragmatismo y un oportunismo en su máxima expresión. Seguramente tendrían mayor consideración de los individuos si en lugar de seres humanos se tratase de proteger la supervivencia de la tortuga golfina, los lobos mexicanos o los berrendos de Sonora. Por su parte el PRD se encuentra escindido desde hace tiempo por dos tendencias irreconciliables. Una, englobada en torno a la corriente Nueva Izquierda que encabeza Jesús Ortega, que se asume como moderada y que busca sumarse al entendimiento que tiene el PRI con el gobierno de Calderón. Es la que detenta la mayoría del PRD en las Cámaras de Diputados y Senadores, así como en la dirigencia nacional, circunstancia que propició el mismo López Obrador (AMLO) al permitirle encumbrarse a partir de su campaña presidencial, puesto que no le representaba un costo político de haber sido declarado vencedor en tales comicios. Alejandro Encinas acaudilla por el momento a Izquierda Unida (IU) que aglutina a otros grupos y simpatizantes de AMLO. Es una corriente que se niega a transigir sin condiciones con el gobierno y negociar las que considera, conquistas del pueblo mexicano. Como los matrimonios mal avenidos, ambas corrientes no pueden vivir juntas ni distantes. Los Chuchos sin el respaldo de las masas fieles a AMLO no tardarían en transformar al PRD en un cascarón vacío o un membrete a la manera del antiguo Partido Cardenista de Rafael Aguilar Talamantes. Por su parte, IU junto con el Frente Amplio Progresista al no tener acceso a los cuantiosos recursos que proporcionará el IFE al PRD en la próxima contienda electoral, difícilmente podrían ambicionar al triunfo nacional de sus candidatos. Por ello, con pragmatismo, ambos hacen a un lado su repugnancia o sus escrúpulos y tratan de permanecer “unidos hasta que la muerte los separe”. Sin embargo, existe un fuerte sector de opinión que considera preferible luchar por construir un gran movimiento de izquierda de largo alcance, y desestimar los triunfos electoreros inmediatistas, generados por una militancia de mazapán.
JAMG

martes, 18 de noviembre de 2008

EFEMÉRIDES TRÁGICAS

El 18 de septiembre de 1961, cuando se aproximaba al aeropuerto de Ndola, Zambia, el avión que transportaba a Dag Hammarsjold, entonces Secretario de la ONU perdió el control y se estrelló, en una misión que tenía por objetivo buscar un acuerdo con Moisés Tshombé, líder de la secesionista provincia de Katanga, integrante de la recién independizada República del Congo.

La naturaleza del siniestro cobró su cabal dimensión al conocerse el papel que desempeñaron, el director de la CIA Allen Dulles, el ejército belga y las compañías mineras trasnacionales, tanto en la revuelta, como en la persecución, muerte y posterior destrucción del cadáver de Patricio Lumumba, primer ministro y legítimo jefe de gobierno, perpetrada sólo tres meses después. El 4 de junio de 1969 el avión comercial en que viajaba en un vuelo comercial Carlos Madrazo, ex presidente del PRI a la ciudad de Monterrey se estrelló en la Sierra del Fraile cercana a esa ciudad norteña, pereciendo todos sus pasajeros y tripulantes entre ellos el famoso tenista Rafael “Pelón” Osuna.

En esa oportunidad el gobierno del presidente Díaz Ordaz mantuvo como verdad oficial que el accidente fue culpa del piloto Guillermo García Ramos, a pesar de que era un profesional altamente calificado, miembro del Escuadrón 201 y por tanto, habituado a navegar en condiciones de combate y en las climatológicas más severas; oriundo de la ciudad de Saltillo conocía a fondo los accidentes geográficos de la región.

Pero la conciencia popular consideró al siniestro como producto de una explosión, ya que los restos humanos, todos menores de 40 centímetros se esparcieron en un radio de 2.5 kilometros. En 1981, el presidente de Ecuador Jaime Roldós, su esposa, el general Marco Suabía y funcionarios de su gobierno perdieron la vida en un accidente de aviación que la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) calificó como un error de un piloto sometido a altas cargas de trabajo, no obstante que se demostró que los motores del aparato estaban inactivos al momento del impacto.

Casualmente Roldós era un político progresista acusado de proteger al movimiento M19 y al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) y que pretendía reorganizar el sector de los hidrocarburos. Posteriormente, en el mismo Ecuador, la ministra de Defensa Guadalupe Larriva y su hija de 17 años perecieron el 24 de enero del 2007 cuando el helicóptero en que viajaban se incendió y precipitó a tierra en la región de Manta, que por mera coincidencia, ella había manifestado su oposición a la autorización, otorgada por gobiernos anteriores, para que en dicha zona los Estados Unidos instalaran una base militar; así como a la militarización que hizo Álvaro Uribe en la frontera colombiana así como por las fumigaciones de aquel país a los plantíos de coca con gilfosato un defoliante que esparcido por el aire arruinaba los cultivos ecuatorianos. También en 1981 Omar Torrijos, presidente de Panamá, quien recuperó la soberanía del Canal y fundó el Partido Revolucionario Democrático de tendencia nacionalista, perdió la vida cuando el helicóptero en que viajaba explotó en una zona selvática en un incidente cuya verdadera naturaleza nunca fue aclarada.

El 21 de septiembre de 2005, el helicóptero en que viajaba Ramón Martín Huerta el Secretario de Seguridad Pública, en el gobierno de Vicente Fox se desplomó sobre San Miguel Mimiapan, Estado de México, cuando se dirigía al Penal de La Palma al abanderamiento y toma de protesta a los nuevos elementos de la seguridad penitenciaria, junto con él viajaban funcionarios de la dependencia, de la PFP y de la CNDH. El oficial de vuelo que piloteaba otro helicóptero que acompañaba al del Secretario, manifestó haber perdido contacto visual con el de aquél, en un área boscosa y de baja niebla; y que él evitó la zona del mal tiempo pasando por Villa del Carbón hasta Jocotitlán para arribar posteriormente al aeropuerto de Toluca.

Los grandes interrogantes del caso fueron por que ambas naves no realizaron la misma maniobra y por qué la búsqueda por tierra, se realizó un día después del abortado arribo a Almoloya pues, como argumentaron, no se podía realizar por el aire; también por qué los expedientes del caso se mandaron a la reserva por doce años. El siniestro del pasado 4 de noviembre en que perdiera la vida el Secretario de Gobernación, ha despertado la sospecha de que pudo ser un atentado.

Por una parte los rumores que los días anteriores corrieron en la prensa sobre el inminente relevo de Juan Camilo Mouriño, quien contendería para ser gobernador de Campeche; el hecho de que a bordo del avión viajara José Luis Santiago Vasconcelos a quien los carteles de la droga perseguían desde hace tiempo; que las maniobras preparatorias para el aterrizaje se reportaran como normales en los registros radiofónicos del aeropuerto capitalino; que en el mensaje a la nación de Felipe Calderón, dando cuenta del accidente, empleara palabras que parecen admitir la posibilidad de un atentado; que momentos después del accidente el ejército hubiese tomado el aeropuerto de San Luis Potosí donde salió la nave; y que en el mismo lapso el Estado Mayor Presidencial blindara en Campeche la casa de Carlos Mouriño, hermano del victimado.

Las ironías de la vida se revelan en la vida de Mouriño, pues hubo dudas sobre su verdadera nacionalidad al ser nombrado Secretario de Estado y continuarán siempre sobre las reales causas de su muerte; quien fuera un beneficiario (indebido) de la comercialización de hidrocarburos y principal promotor de la reforma petrolera, acabaría sus días en un sitio muy cercano a la llamada Fuente de Petróleos. (JAMG).

sábado, 8 de noviembre de 2008

Miscelánea de noticias

-El Presupuesto Federal de Egresos que presentó Calderón para el 2009 preveía una reducción en infraestructura y en fomento agropecuario. De casi el 20% a la SCT, y un decremento del 10% ala SAGARPA y la SRA. En cambio se aumentaba el gasto para “Seguridad Nacional” en 22,500 millones de pesos; 7,500 millones (27%), más a la SEDESOL, los que deben orientarse especialmente al Programa Oportunidades, obviamente destinados al clientelismo en un año electoral. Para Comunicación Social, es decir para la promoción mediática del presidente se destinan 1,723 millones, 300 millones más que el año pasado. Así se revelan de cuerpo entero las prioridades de una administración panista. No será sino a raíz del escalamiento de la crisis económica internacional que obligó al gobierno a rectificar tardíamente con unas medidas muy limitadas. Habrá que ver como queda finalmente después de su discusión en la Cámara de Diputados. -Hasta el 23 de octubre el Banco de México había subastado 12,696 millones de dólares para su venta. Si consideramos conservadoramente su precio en $12.50, el gobierno mexicano se hizo con esa operación de unos 159 mil millones de pesos. ¿A donde se fue ese dinero? ¿Acaso tendrá el mismo destino que la inmensa fortuna del Chino Ye Gon? -El Secretario de Seguridad Genaro García Luna, junto con 150 elementos de la Policía Federal Preventiva impuso un estado de sitio al Senado de la Republica (23-10-08) que sesionaba en una sede alterna en el quinto piso de la Torre del Caballito, obstruyó el acceso por un buen tiempo a los senadores, que por mera coincidencia habían votado en contra de los dictámenes a la reforma petrolera; asimismo se impidió, con lujo de fuerza, que entraran al recinto diez diputados, miembros de la colegisladora, mediante jaloneos patadas y golpes con los escudos. El propio García Luna zarandeó a la diputada Alavez a pesar de se encontraba embarazada. Con ello mostró que no obstante su jerarquía de Secretario de Estado se asume plenamente como guarura. Si esta es la consideración que le merecen al Poder Ejecutivo los representantes de la soberanía popular, electos democráticamente y que son inviolables por sus opiniones durante todo el tiempo que dure su gestión, cuán poco representarán para ellos la integridad física y las libertades de los mexicanos de a pie. -Por su parte, en la firma (29-10-08) de un convenio entre Consejo de Seguridad Pública, la Procuraduría del D. F. y personeros de la Confederación Patronal Mexicana, para quedar bien con la plutocracia, Manuel Mondragón y Kalb, Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, opinó ante que si por él fuera, sacaría a patadas a los representantes de los 400 pueblos que se encuentran en plantón en el Monumento a la Madre de esa ciudad y que se manifiestan en ropa interior, haciendo de paso una alusión negativa sobre su aspecto físico. Sus palabras no sólo mostraron prepotencia, intolerancia, desprecio del derecho a la libre expresión, buena dosis de racismo y una obsequiosa actitud clasista frente al empresariado. Situación que adquiere mayor relevancia siendo un representante de un gobierno que se proclama de izquierda. -Apenas se han disipado los ecos de la contienda por la reforma petrolera, cuando Reyes Heroles se apresura a comunicarnos (para irnos haciendo a la idea) que PEMEX tiene previstos firmar contratos para el 2010 (plazo muy conveniente, después de las elecciones intermedias) con las empresas con las que últimamente ha trabajado: Statoil, Shell y Petrobás para operar en exploración y explotación; asimismo que se tienen convenios de colaboración con Chevrón Texaco, Exxon Mobil, British Petroleum, etc., quienes seguirían en la lista. Y luego dicen que es una exageración del FAP cuando afirma que se pretende cuadricular el territorio nacional en beneficio de las trasnacionales. -En un hecho inusitado la Procuraduría General de la República, obtuvo provisionalmente un de amparo para no entregar al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) datos sobre una investigación que se realiza en España por enriquecimiento inexplicable contra el Manuel Carlos Mouriño Atanes, padre de nuestro flamante Secretario de Gobernación, alegando que se “podrían menoscabar las relaciones internacionales. ¿Acaso temían que se descubriera un tráfico de influencias de funcionarios mexicanos (Mouriño Jr. y Calderón) a su paso por la Secretaría de Energía a favor de las empresas ibéricas? Finalmente la Procuraduría accedió darla a conocer, una vez que España manifestó su intención de hacerla del conocimiento público (bien rasurada, agregaríamos). -Por información que circula por internet se conoce que el último caso de poliomielitis ocurrió en Jalisco el 18 de octubre de 1990 y que México fue declarado oficialmente libre de esa enfermedad en 1995. Sólo habrá que insistir en la vacunación para que el virus todavía presente en otras latitudes no retorne de nuevo a nuestro país. -Al momento que se publique el próximo número de este Seminario (06-11-08) ya se habrán efectuado las elecciones en Estados Unidos. Con Obama podemos esperar mayores trabas a nuestro comercio y al flujo de trabajadores migratorios, aunque con un mejor trato político para Latinoamérica y el Mundo en general. Con McCain más apertura en lo económico para nuestro país, bajo un esquema de mayor dominación política de carácter belicista a nivel planetario. ¿Cuál prefieren nuestros lectores? (JAMG).

sábado, 25 de octubre de 2008

La verdad nos hará libres

En días pasados el Senado de la República otorgó a Miguel Ángel Granados Chapa la medalla Belisario Domínguez, instituida para premiar a quienes se hayan distinguido como servidores de nuestra patria o de la humanidad. Nunca como ahora se habían hermanado tan íntimamente el espíritu de la presea con la trayectoria que ha observado el homenajeado a lo largo de su vida.

En su discurso Granados Chapa recordó que: “El doctor Domínguez era miembro de esta Cámara cuando arrostró con plena conciencia la muerte con tal de expresar sus convicciones, su condena al régimen usurpador y criminal de Victoriano Huerta, quien con la misma frialdad que ordenó asesinar al presidente Francisco I. Madero, dispuso de la vida del propio senador Domínguez …” Al hablar, en representación de los senadores, la legisladora María Rojo dijo que el peso e influencia del hoy galardonado se evidenció por la masiva participación de la comunidad cultural, agrupaciones sociales y medios de comunicación, al proponer unánimemente la candidatura del columnista para que fuera el recipiendario de la medalla.

Granados Chapa, afirmó la senadora, “es un ejemplo de que se puede vivir con honradez, con dignidad, con limpieza, comprometiéndose a un tiempo con las causas justas, sin alejarse de la verdad”. Como lo relata Daniel Lizárraga (Proceso 1667): “Con la congruencia que lo ha caracterizado, Granados Chapa mantuvo firme su posición ante quienes han sido destinatarios de sus críticas durante más de cuatro décadas y media de trayectoria profesional. Su discurso estremeció a quienes estaban a su derecha, los panistas; a los que se ubicaban a su izquierda, los perredistas; así como a los priístas sentados en el centro del recinto”.

Evocar ese acontecimiento viene a colación por las querellas y los reclamos que han aparecido en los últimos números de este Seminario, que invitan a plantearse cuál debe ser la función de la prensa escrita.
En todo el mundo, los hombres del poder pretenden que los medios de comunicación no sean otra cosa que meras cajas de resonancia de sus discursos; que alaben sin cesar cualquier obra que realicen por insignificante o inútil que ésta sea; asimismo, pretenden se oculten todos sus desaciertos o trapacerías.

Algunos tienen la piel muy sensible, no obstante de que como hombres públicos deben estar conscientes que están sujetos al escrutinio de la ciudadanía; aunque también existen otros que, por el contrario, prefieren que se les critique antes que ser ignorados. Señalar errores o desviaciones en la gestión de funcionarios y hombres públicos no constituye, una calumnia, puesto ésta se define como la “acusación falsa y maliciosa hecha contra alguien con la intención de deshonrarlo”; tampoco conforma una difamación, es decir una “información que se publica de una persona en contra de su buena opinión y fama”.

Estos supuestos no se actualizan cuando se critica en abstracto las desviaciones, o ineficiencias de un organismo o las arbitrariedades de los servidores públicos en el ejercicio de sus funciones. Por otra parte, habrá que admitir que es imposible distinguir cuál es el rol específico que juegan las personas en un momento determinado, cuando en los mismos individuos se conjugan las calidades de políticos en activo y de filántropos; es decir, de “quienes se destacan por su amor a sus semejantes y que emplean su actividad, capital, etc., en beneficio de los demás”.

La apetencia propia de los políticos es la de buscar constantemente su promoción; por el contrario, los auténticos filántropos se esmeran en seguir la máxima evangélica: “cuando des limosna no hagas tocar la trompeta delante de ti, para ser alabado por los hombres; que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha”. En sentido contrario, también se pueden dan casos de políticos despechados, que incursionan en el periodismo con la única finalidad de atacar reiteradamente a sus adversarios. Como medida preventiva para evitar esa eventualidad, El Cazador necesita deslindarse de las opiniones de sus colaboradores y de requerirles se identifiquen por su nombre o por un seudónimo conocido por todos. En palabras del propio Granados Chapa: “Cada quien desde su sitio, sin perder convicciones… impidamos que la sociedad se disuelva… reconstruyamos la casa que nos alberga a todos o erijámosla si es que nunca la hemos tenido”. J.A.M.G

sábado, 18 de octubre de 2008

A MI ESCUELA CONSTITUCION DE 1917

A MI ESCUELA “CONSTITUCIÓN DE 1917”
Allá por los años cincuenta, todos los viernes, en la última hora vespertina de clases, la Miss Aída nos solicitaba una colaboración para el llamado Periódico Mural: un dibujo o una composición alusiva a un acontecimiento patrio, alguna poesía o pensamiento propio. Todos deberíamos contribuir con algo; sin embargo, como las musas siempre me han negado sus favores, invariablemente optaba por transcribir algún soneto de mi libro de lectura, que al fin y al cabo sólo constaba de catorce versos. A la manera de aquel tiempo, vayan estas líneas como un reconocimiento a esa institución a la que debemos todo lo que ahora somos y que para mí se personificó en las maestras Nelly, Chela y Aída. No se piense que ésta es una mera frase retórica; al hacer el balance de mi vida estoy convencido que mi estructura intelectual y la internalización de los valores éticos y ciudadanos provienen de mi escuela primaria.
Frente a la intolerancia de nuestro pueblo que impidió a unas personas comerciar verduras en el Mercado porque profesaban la fe evangélica (tal vez imaginaban estaban contaminadas de un virus religioso): un ejemplo de tolerancia, con el relato de la Miss Aída de aquel pastor protestante y del cura católico de un pueblo que se iban amigablemente a pescar uno en compañía del otro. La igualdad de género se practicaba casi sin percatarnos, ya que a dos varones, en forma rotatoria, se nos asignaba barrer cada tarde el salón de clases, mientras que las mujeres se dedicaban a labores de costura, mismas que serían montadas en una exhibición, que llenaba de orgullo a las familias de las operarias y de no poca envidia a las demás escuelas.
Cuando se tienen once años, la historia anecdótica y ejemplarizante, hoy tan criticada, fue formando el sedimento de lo que sería nuestro acervo intelectual y nuestra conciencia moral, pero laica. Con la maestra Chela supimos cómo los frailes defendieron a los indios de los encomenderos; cómo Calleja e Iturbide combatieron a los insurgentes; cómo sobrevivió el ejército de Morelos comiendo ratas, en el sitio de Cuautla; cómo perdimos la mitad de nuestro territorio; y cómo peregrinó la República con Juárez montada en un carruaje. También, con relatos ejemplarizantes nos acercó al humanismo grecolatino y universal, con historias que pasaron a formar parte de la conciencia ética colectiva. El valor sereno de aquél general espartano que tranquilizó a su temeroso subordinado cuando una nube de flechas persas oscureció el cielo en el Paso de las Termópilas diciéndole: “-Mejor así pelearemos a la sombra”. Supimos de la fidelidad de Penélope destejiendo su manto por las noches para engañar a sus pretendientes. De la virtud ciudadana con Cincinato que dejó el arado cuando Roma requirió de sus servicios como dictador y que regresó al mismo arado cuando pasó la emergencia en contraste con el proceder de Calígula que nombró cónsul a su caballo. Por primera vez en nuestras vidas oímos hablar de Sidarta Gautama, del Nirvana, de Lao Tse, del Delenda est Carthago, de los elefantes de Anibal atravesando los Alpes, o de Bolívar peleando en los llanos venezolanos y San Martín cruzando los Andes por la independencia de Sudamérica.
A través de los himnos a los héroes patrios encarnó en nuestros corazones el México profundo, con un nacionalismo firme y reposado.? Viva Juárez, mil ecos repitan, porque Juárez la patria nos dio, porque ha roto las férreas cadenas e impotente al tirano dejó….Zapata es símbolo bello del ideal de redención, su nombre llena de gloria nuestra gran revolución….Escuchen con fervor a la Escuela Federal que canta con amor a los héroes de Chapultepec”... Juan Escutia su ejemplo nos dio…. ?
En aquellas épocas en que no existía televisión, la Internet, ni la Nat Geo supimos que las criptógamas tienen ocultos sus caracteres sexuales o que las umbelíferas poseían forma de paraguas y las rosáceas cinco pétalos o múltiplos de cinco; por qué a unos mamíferos se les llamaba pinípedos y a otros monotremas. Las operaciones con punto decimal, la regla de tres compuesta, las famosas “mezclas”, la fórmula para obtener el área de un polígono o el volumen de un cilindro siempre me parecieron asuntos esotéricos, propias de unos venturosos y satisfechos iniciados. Nos enteramos que existían los sinónimos y los antónimos y que tener una “hemorragia de sangre” no era una desgracia, sino un pleonasmo. Se procuró imbuirnos de una incipiente formación estética mediante la elaboración de trabajos manuales, pinturas y pirograbados. También a través del canto, que paliaba la fatiga de las sesiones vespertinas, a través de melodías populares que exaltaban al género femenino, y combatía de paso la tendencia que pretende denigrarla, por desgracia todavía vigente. ? Cuando dejes mis palmares y mi tierra, peregrina del semblante encantador… Por qué no quieres que tus ojos y mis ojos se enamoren entre sí… Pena el pajáro enjaulado, ve al cielo y no pue' salir, más pena quien ve tus ojos, sin poder llegar a ti… Así en la mañana jovial de mi vida vinieron en alas de la juventud, amores y ensueños como golondrinas… ?
El artesano que moldea una vasija puede percatarse de inmediato del buen o mal resultado de su obra, sin embargo, quienes hemos sido maestros, nunca llegamos a saber si era fértil la semilla que sembramos en las mentes juveniles y si llegó a fructificar en buena tierra. Sean éstas líneas un pequeño reconocimiento a los profesores que actualmente se encuentran en ejercicio en la Escuela Constitución de 1917, tengan la seguridad de que después de cincuenta años, sus alumnos seguirán aquilatando todo el bien que nos hicieron (JAMG).

sábado, 11 de octubre de 2008

Comulgar con ruedas de molino

En la segunda mitad del siglo V a.C. (450-400) apareció en Grecia, especialmente en Atenas, el movimiento intelectual de los sofistas. Una corriente filosófica que pretendía preparar a los jóvenes para la dirección política; formar individuos versados en el arte de persuadir, que pudieran convertir los argumentos más débiles en sólidos y fuertes; no les interesaba tanto la verdad cuanto el triunfo sobre los adversarios, sacrificaban el verdadero interés de la filosofía (amor por la verdad) a fines políticos y mercantiles. Con el tiempo, sofisma pasó a significar “cualquier razonamiento falso o capcioso que se pretende hacer pasar por verdadero”. Pareciera que después de 2500 años los políticos siguen fieles seguidores de esta corriente y practican con largueza sus enseñanzas.
En Yurécuaro uno de sus próceres nos hace ver que un terreno ubicado en la periferia de la población vale más que uno ubicado en el centro; que un crédito que debe pagarse durante años, en realidad constituye una fortuna inmediata; que un jacalón o bodega es en realidad un auditorio, es decir “un lugar acondicionado para escuchar conferencias, conciertos, lecturas, etc.”, aunque carezca de una concha acústica o escenario, piso a desnivel, butacas y aire acondicionado; que se dona graciosamente una minúscula parcela al municipio, para que luego éste se vea obligado a comprarle una porción mayor; que cambiar a conveniencia de partido político es en realidad un acto de fe partidista; y que por no gustar de la confrontación y la polémica, sólo tacha de embusteros e ineptos a sus adversarios políticos.
Por su parte, las autoridades municipales mediante perifoneos invitaron a la población a “terminar dignamente nuestras fiestas patrias”, en la conmemoración del natalicio de Morelos y se evitase la ingesta de bebidas alcohólicas, como si todo el mes hubiese transcurrido en total abstinencia; cuando a ciencia y paciencia de las mismas, el 15 y 16 permitieron que la plaza de armas, especialmente la zona norte, se convirtiera en la cantina más grande del Estado. Si por algún interés especial, el Cabildo quiere favorecer a un distribuidor particular de “bebidas de moderación”, se debería de acondicionar un espacio, fuera del casco urbano como “emborrachódromo”, así lo hacen los españoles en algunas ciudades ibéricas (allá le llaman “El Botellón”). Con servicio de mingitorios, vomitorios, vigilancia policíaca y asistencia médica. Sería un servicio autofinanciable, porque del mismo cuero cervecero saldrían las correas. Asimismo podrán instalarse varios stands con bebidas espirituosas de los establecimientos más famosos del centro. En el emborrachódromo podrían concentrarse las 400 bandas musicales (?) que en todas las fiestas, religiosas o civiles, destruyen la capacidad auditiva de los vecinos mañana, tarde y noche. Confinar en un sitio los excesos etílicos permitiría, asimismo, circular en las fiestas a pie seco y en santa paz por la calle Guerrero. En su caso, la zona de la embiraguez debería ser rotatoria. Si para el 20 de noviembre se piensa autorizar nuevamente que corra el vino, desde ahora se propone, para ese efecto, el amplio espacio que tiene la calle Independencia entre 5 de Mayo y N. Méndez.
Por otro lado, ante la crisis económica que atraviesan los Estados Unidos, el Secretario de Hacienda declaró que la pulmonía de ellos representaría, cuado mucho, un catarro para nosotros. A pesar de que se restringirá el crédito a nivel mundial, bajará el consumo, las empresas incrementarán los despidos, se desplomará la industria de la construcción, las redadas y deportaciones de emigrantes indocumentados alcanzarán proporciones nunca vistas, escaseará el turismo y se reducirán notablemente las remesas de dólares de nuestros paisanos. El secretario del trabajo Javier Lozano (implicado en el chinogate Ye-Gon, “copelas o cuello”), aseguró en un noticiero de TVC que los paisanos despedidos en los Estados Unidos podrían incorporarse a un curso de capacitación, que permitiría a quien lo lleve, a conseguir empleo … tal vez. El secretario del ramo pretende ignorar que cada año deberían crearse un millón de empleos y que sólo se cubren unos 200 mil; que los 800 mil excedentes engruesan, año tras año, el ejército del subempleo; que por ese motivo México expulsa, hacia los Estados Unidos, un millón de trabajadores anualmente; pero en contraflujo, el país del norte deportó, “oficialmente”, en 2007 a 515 mil mexicanos; y que de enero a julio del 2008 ya van 367 mil en números redondos. Millones de seres humanos demandando un empleo para poder subsistir. Este panorama representa sin duda un inminente desastre para nuestro país, pero nuestros hombres públicos, en activo o en retiro, pretenden que les creamos cuanto dicen por inverosímil que esto sea. J.A.M.G.

sábado, 4 de octubre de 2008

ENTRE LA CRUZ Y LA ESPADA

Entre la cruz y la espada
Para quienes, a la manera de Vicente Fox, procuran atraerse la voluntad popular, empleando imágenes religiosas en los actos políticos, asimilándose al Padre de la Patria, quien convocó a la independencia enarbolando un estandarte de la Virgen, sería conveniente tuvieran presente el trato que la jerarquía eclesiástica de ese tiempo dispensó a los autores de nuestra Independencia. Manuel Abad y Queipo, obispo de Michoacán emitió un edicto de excomunión, publicado el 24 de septiembre de 1810, acusándole de sacrílego, seductor del pueblo, de insultos al soberano, perturbación del orden y perjuro. “Declaro que el referido D. Miguel Hidalgo, cura de Dolores y sus secuaces los capitanes citados… han incurrido en la excomunión mayor del Canon: Si quis suadente diabolo, por haber atentado a la persona y libertad del sacristán de Dolores, del cura de Chamacuero y de varios religiosos del Carmen de Celaya, aprisionándolos y manteniéndolos arrestados. Los declaro excomulgados vitandos, prohibiendo como prohíbo, el que ninguno les de socorro o auxilio y favor bajo la pena de excomunión mayor ipso facto incurrenda”. Por su parte, el arzobispo de México Lizana y Beaumont emitió una pastoral combatiendo los principios de la revolución: “Hijos míos, no os dejéis engañar: el cura Hidalgo está procesado por hereje; no busca vuestra fortuna sino la suya, como ya tenemos dicho en la exhortación de 24 de septiembre: ahora os lisonjea con el atractivo halagüeño de que os dará la tierra; no la dará, y os quitará la fe; os impondrá tributos y servicios personales, porque de otro modo no puede subsistir en la elevación a que aspira, y derramará vuestra sangre y la de vuestros hijos para conservarla y engrandecerla, como ha practicado Bonaparte… Huid del que os enseña doctrina que reprueba con las Santas Escrituras nuestra Santa Madre la Iglesia, y que puesta en práctica, revolvería y acabaría el mundo, siendo vosotros una de las víctimas. ¡Viva la Religión que no vive con los que enseñan y obran contra la doctrina de la Santa Madre Iglesia! ¡Viva la Virgen de Guadalupe, que no vive con el que niega que sea virgen ni con los que revuelven y amotinan los países de esa Señora! ¡Viva Fernando VII, que no vive con la independencia de sus vasallos”. Por su parte, como lo relata Lucas Alamán, el fallo en el juicio contra el Siervo de la Nación, declaraba que: “El presbítero don José María Morelos era hereje formal, fautor de herejes, perturbador de la jerarquía eclesiástica, profanador de los santos sacramentos, cismático, lascivo, hipócrita, enemigo irreconciliable del cristianismo, traidor a Dios, al rey y al papa”. Fue obligado a que asistiera a su auto en traje de penitente, con sotanilla sin cuello y con vela verde. Terminada la lectura de la sentencia, el ministro decano procedió a la ceremonia llamada por los inquisidores la reconciliación, ordenando que se azotase a la víctima durante el rezo del salmo Miserere, enseguida se celebró misa rezada. Acabada ésta, siguió la ceremonia de degradación, Morelos tuvo que atravesar toda la capilla del tribunal con el vestido ridículo que le habían puesto y leída nuevamente la sentencia, se le revistió con los ornamentos sacerdotales: amito, alba, cíngulo, estola y casulla, puesto de rodillas se le despojó de sus vestiduras en orden inverso, a continuación el verdugo procedió a rasparle las palmas de las manos. Esta ceremonia, similar a la fue sometido Hidalgo, pretendía legitimar se privara de la vida a un eclesiástico, bajo el subterfugio de la “degradación” que supuestamente anularía los efectos de su consagración. Ello a pesar de que en la doctrina católica considera al orden sacerdotal, como uno de los sacramentos que imprimen “carácter”, a perpetuidad, y que esta condición no se pierde, como dirían los teólogos, “incluso en el infierno”. No obstante que las acusaciones de orden doctrinal eran meras patrañas de los inquisidores, éstos sin dudarlo pusieron toda su ideología al servicio de los poderes civiles para justificar que se ejecutara como traidores a los padres de nuestra Independencia: encadenados, hincados y dando la espalda al pelotón de fusilamiento y que cercenando sus cabezas les exhibieran, descarnadas, en jaulas de hierro. La historia nos muestra con harta frecuencia, que cobijarse bajo los símbolos sagrados para adquirir legitimación política no siempre produce los resultados deseados, sobre todo cuando esta conducta choca con los intereses temporales de la jerarquía eclesiástica. (JAMG).

EL MUNDO AL REVES

En las tiras cómicas, Superman tenía como contraparte a un antihéroe llamado Bizarro, quien vivía en una dimensión diametralmente opuesta a la nuestra, donde lo feo de aquí era bello allá, lo triste era alegre y así, sucesivamente. En el último cuarto de siglo México y el mundo parecen haberse desplazado hacia una dimensión bizarra. En tanto que Norberto Rivera, arzobispo primado de México, después de celebrar misa y todavía revestido con sus ornamentos religiosos: capa pluvial y solideo cardenalicio, rendía honores a la bandera y cantaba el himno nacional el 15 de septiembre, al pie del altar de la Catedral México, junto con los feligreses; en Yurécuaro el presbítero Caravez conducía en procesión un estandarte de la Virgen, desde el recinto parroquial hasta el palacio municipal, con la intención de que se diera el Grito con ese símbolo religioso (a la manera de Hidalgo), o al menos presidiera la ceremonia, como de hecho sucedió. Juan Camilo Mouriño, Secretario de Gobernación, quien nació en Madrid y viaja con un pasaporte de esa nacionalidad, fue el encargado de la ceremonia del Grito en el pueblo de Dolores, la mismísima cuna de la independencia nacional. Un español de origen coreando la independencia de México, solo faltó la exhortación del padre Hidalgo, que invitaba a “a coger gachupines”. En lugar que ante a la matanza de Morelia, Felipe Calderón empeñara sus esfuerzos para reestructurar al “gabinete de seguridad”, enfocó sus discursos asimilando a los seguidores de López Obrador con “los enemigos de México” buscando sacar raja política de la tragedia, y llevar adelante la privatización de la industria petrolera al tiempo que establece el estado de excepción. Tony Garza, el embajador de los Estados Unidos en nuestro país, se apresura a calificar como terroristas a los autores del atentado, mientras que el gobierno mexicano se resiste a considerarlos y perseguirlos como a tales, con la ayuda de la comunidad internacional, contentándose con llenarlos de adjetivos que solo cumplen efectos propagandísticos. Supuestamente, la organización criminal que se autodenomina La Familia, colocó numerosas mantas, en varias ciudades de Michoacán, deslindándose de los atentados de Morelia, prometiendo un justo castigo para los responsables de ese hecho. Es decir, que la delincuencia sería ahora la guardiana del orden y el Derecho. Los funcionarios encargados de la “seguridad pública” han reconocido que las diversas policías, los ministerios públicos, los gobiernos municipales y los diputados locales han sido infiltrados por el narcotráfico y la delincuencia en general; sin embargo insisten en que los ciudadanos denuncien las fechorías del crimen organizado, precisamente antes esas mismas autoridades. Es decir que las víctimas se pongan en manos de sus verdugos. A pesar de que las autoridades y los medios de comunicación tienen plenamente identificados a las redes criminales, a sus cabecillas y las zonas geográficas en donde operan; el gobierno, haciéndose el ignorante, pretende que los particulares hagan su trabajo. Mientras que en el país existen unos 20 millones de personas en la extrema miseria, además de una cantidad similar de pobres, los productores mexicanos de leche, para protestar por los bajos precios de su producto, tiran a la calle un millón de litros de ese alimento que bien podría paliar por varios días la desnutrición crónica de nuestros compatriotas. Durante decenios los gobernantes estadounidenses y los teóricos del neoliberalismo a su servicio criticaron la asistencia social que países como el nuestro daban a los sectores más desfavorecidos de la población, calificando despectivamente a ese proceder como populista. Ahora el presidente Bush pretende salvar de la quiebra a los bancos de su país con 700 mil millones de dólares que serán cubiertos, en última instancia, por los contribuyentes mediante los impuestos. Como se ve, una especie de populismo al revés, un Robin Hood invertido, puesto que roba a los pobres para dárselo a los ricos. (JAMG).

domingo, 14 de septiembre de 2008

Laicismo o teocracia

A partir de las revoluciones burguesas de los siglos XVII y XVIII el campo de acción de las personas quedó dividido en dos esferas independientes; la pública, propia de los ciudadanos en tanto integrantes de un Estado y la privada específica de los individuos como tales. La dimensión religiosa quedó confinada a esta última. El Estado laico tiene la obligación de mantener la religión en el ámbito privado que le corresponde. El Estado laico moderno no hace suya una determinada religión, ni la protege, ni se inspira en ella, ni las impone a la fuerza. En una sociedad democrática cada uno tiene derecho a la religión, pero nadie tiene el deber de compartir la religión de la mayoría de la sociedad. En un Estado laico se excluye a las iglesias del ejercicio del poder político y administrativo. Pero a la vez, reconoce y promueve el derecho fundamental de libertad religiosa, de tal manera que los individuos pueden organizar sus vidas de acuerdo a sus convicciones religiosas o ateas (agnósticas) en público y en privado.
Dos hechos de la presente administración municipal parecen contradecir el espíritu del laicismo que ha normado en México la conducta gubernamental en los últimos 140 años. La publicación en este Semanario (28/08/08) de una gacetilla oficial en que se da cuenta de la bendición que impartió el presbítero Caravez a las nuevas motocicletas de la policía en el mismísimo patio central de la Presidencia Municipal; así como la inclusión en el Bando Solemne del Mes Patrio de los “Eventos culturales y religiosos a cargo de la Parroquia de la Purísima Concepción” que se celebrarán el día 12 y que culminarán con la “entrega de reconocimientos por parte de la Parroquia” a los carros alegóricos” y a las señoritas engalanadas con trajes regionales.
“En política, la forma es fondo”, según la frase visionaria de Reyes Heroles. Y los actos políticos no suceden por casualidad. Todo hace suponer una especie de revancha a la sentencia del que dictó el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (8/12/07) declarando la nulidad de la elección del Ayuntamiento de esta ciudad, porque el partido triunfador, utilizó imágenes religiosas en su propaganda. Ahora que la planilla impugnada se convirtió en gobierno, gracias a un triunfo indiscutido en los comicios extraordinarios asume posturas que no son convenientes para la sana convivencia nuestra comunidad. Por una parte, revelarían un afán de revancha con un dejo de autoritarismo, ya que apoyándose en el poder real que ahora se tiene, se ejecuta actos en contra del tenor de las leyes, en este caso particular de los artículos 24 y 130 constitucionales. Mientras que a nivel nacional sectores de la jerarquía eclesiástica luchan por adquirir mayor poder social, bienestar económico a cargo del erario público y hacerse de nuevo del monopolio educativo, cualquier actuación de la autoridad civil que mezcle el gobierno espiritual con el temporal parece un gran despropósito.
Por esa vía se estaría promoviendo el regreso de épocas ya superadas en las que la Iglesia ostentaba un monopolio religioso y asumía una intolerancia militante en contra de cualquier práctica diferente a la suya, y cuando ninguna manifestación social, cultural y educativa escapaba a su influjo. Tal vez se añora la época en que la Iglesia era la mayor detentadora de tierras y quien tenía en exclusiva el servicio de la banca y el crédito; cuando los diezmos se hacían efectivos mediante el apremio judicial o en el que se impedía inhumar en los “camposantos” a quienes consideraban pecadores irredentos, a los que no profesaban la religión católica o que no podían cubrir los derechos parroquiales; cuando en sus registros se infamaba a seres inocentes desde su nacimiento con los calificativos de bastardo, adulterino o sacrílego.
Por otra parte, más grave sería que una autoridad esté convencida de que puede actuar sin sujetarse al ordenamiento jurídico vigente, porque puede caer en la tentación de incurrir en mayores excesos. Bien podría, con esa misma motivación, el día de mañana, expropiar bienes del dominio privado sin fundamento y la correspondiente indemnización; o dejar impunes delitos cometidos por sus amigos y aliados políticos. (JAMG).

domingo, 7 de septiembre de 2008

Un gatopardo tricolor

La semana pasada en la 20 Asamblea Nacional del PRI celebrada en la ciudad de Aguascalientes en escasos 25 minutos y con dispensa de lectura 4,500 delegados aprobaron sin discutir las reformas a su Programa de Acción, Declaración de Principios y Estatutos. Se bajaron del caballo de la Revolución para subirse al tren de la Socialdemocracia. A la manera de la novela El gatopardo de Tomasi di Lampedusa: se cambia todo, para que todo siga igual.
La socialdemocracia supuestamente busca reformar el capitalismo tecnocrático mediante la regulación estatal a través de programas y organizaciones patrocinadas por el Estado que eliminen o al menos alivien las injusticias del sistema capitalista. Sin embargo, los políticos de este signo han abandonado el tránsito de la sociedad capitalista a una sociedad igualitaria, pues en los países que llegan a gobernar, el capitalismo salvaje continúa desarrollándose en detrimento de las capas sociales más desfavorecidas. Díganlo si no, las gestiones de Felipe González y Rodríguez Zapatero en España, Tony Blair en Inglaterra, Michelle Bachelet en Chile o Alan García en Perú.
Con anterioridad, en su Declaración de Principios el PRI se asumía como “un partido nacionalista, democrático y popular” (Art. 2); para el que “la justicia es principio objetivo y prioritario” (Art. 6); y como “la justicia social parte de la noción integral de la democracia, por ello se opone a la acumulación de la riqueza en pocas manos, a los monopolios y la tiranía insensible del mercado” (Art. 8). Tan nacionalista como la iniciativa petrolera de Beltrones; o la democracia que practica Ulises Ruiz; la justicia prioritaria que promueve El Gober Precioso; la oposición a la acumulación de riquezas, que personifican Arturo Montiel, Romero Deschamps y Elba Ester Gordillo; o la oposición ante los monopolios de Emilio Gamboa Patrón “Va pa' atrás papá”, por mencionar sólo unos casos. El reproche más significativo que se le formula al PRI es que en sus acciones priva el pragmatismo sobre los principios; el logro político sobre cualquier otro tipo de consideraciones. Por eso, la contradicción entre los principios y las acciones que encarnan sus militantes, para ellos, se convierte en mera anécdota.
Estando en puerta la discusión en el Congreso de la mal llamada reforma energética, la paralela del PRI, despertó la suspicacia de que pretendían desembarazarse de unos dogmas molestos que impedían rematar a PEMEX. El recelo se acrecentó porque en esta ocasión dejaron fuera la tesis que postularon en su Asamblea 19, en el sentido de oponerse a cualquier privatización de la industria petrolera. Aseguraron, no obstante, haber ratificado los postulados de la antigua Declaración de Principios, de que el petróleo y la energía eléctrica en tanto industrias estratégicas deben seguir siendo propiedad de la Nación (Art. 36); y de que el dominio directo de los recursos naturales del subsuelo corresponde originaria, inalienable e imprescriptible a la Nación (Art. 35) y se comprometen a mantener una nación libre y soberana (Art. 48). Dada su trayectoria, no sería extraño que a la hora de votar, los priístas afirmen que no se está “privatizando” a PEMEX y aprueben su fragmentación en varias empresas desconcentradas, que gracias a las facultades concedidas al nuevo Consejo de Administración, sean desincorporados organismos de carácter estratégico para dejarlos en manos de las trasnacionales (Art. 19 de la propuesta de ley de Beltrones).
En aras de la disciplina partidista y de la supuesta institucionalidad, los comités municipales y estatales del PRI ¿estarán dispuestos a secundar una iniciativa que copia 28 de los 49 artículos de la propuesta del PAN? ¿Se prestarán a que se despoje a la Nación de la última riqueza que le queda, sólo para que un individuo con un oscuro pasado sea candidato a la presidencia de la República? ¿Estarán dispuestos a echar al basurero de la Historia los últimos escrúpulos nacionalistas que enarbolaron durante 70 años y que apuntalan todavía su desfalleciente legitimidad? De hacerlo, oficiarían su harakiri que, a diferencia del antiguo ritual japonés, no sería por motivos de honor. (JAMG).

domingo, 31 de agosto de 2008

El beneficio común

A lo largo del tiempo, los valores que guiaron las acciones de nuestras autoridades municipales al emprender las obras de públicas (además de la promoción política personal), parecieron dar prioridad a la estética y el lucimiento sobre la funcionalidad y la utilidad pública. Así en la remodelación del perímetro exterior de la unidad deportiva, que ahora han dado por llamar “Benjamín Mora” se tiraron una veintena de árboles centenarios de distinta especie que eran parte del ecosistema de esa zona, para plantar solamente ficus, nuevos y uniformes: la estética contra el medio ambiente. También la acera del bulevar del oriente se construyó para facilitar el tránsito peatonal, tanto de vecinos como de las numerosas personas que hacen ejercicio por las mañanas, pero se colocaron adoquines bicolores en lugar de utilizar solo concreto, más fácil de aplicar y de menor costo. Sin embargo su superficie rugosa y los numerosos “columpios” hacen poco práctico caminar sobre ella, dando como resultado que todos utilicen el arroyo para caminar. La estética contra la funcionalidad. Sin duda hay casos en que esos valores deben ser invertidos. La Plaza de Armas es un lugar en donde confluyen las actividades, tanto cívicas como religiosas. En su vecindad con el templo de La Purísima el zócalo se eleva hasta 60 centímetros respecto del nivel de la calle haciendo necesario su acceso mediante un conjunto de escalones. Sin embargo el tránsito por las esquinas del norte se ha vuelto poco menos que imposible. Obstruidas con cadenas supuestamente para impedir el paso de los coches, pero que no arredran a ciclistas y motoristas, quienes invadan con total frescura la zona ampliada los domingos para el tránsito exclusivamente peatonal. En Guerrero e Insurgentes agrava esta situación los puestos de frituras, cacahuates y carros con pan, que no obstante su naturaleza movible, en la práctica son permanentes; así como la instalación de caballetes de pintura de una escuela infantil. En Guerrero y Negrete, a la cadena contra los autos se añade ahora el cercado del estacionamiento de las ambulancias y carros de hot dogs y puestos de alimentos. En esta circunstancia, tanto ancianos como mujeres y niños se ven en la necesidad de practicar el alpinismo subiendo como Dios les da a entender a la mitad de la plataforma la plaza apoyándose en el respaldo de las bancas. Si la hacienda municipal está tan urgida de fondos como para no poder prescindir de las contribuciones de esos vendedores ambulantes, bien podría ubicarlos a lo largo de la calle y no precisamente en las esquinas. A menos de que existan entre ellos compromisos políticos o clientelares. En este caso se podrían acondicionar unos pequeños escalones a lo largo del perímetro de la plaza, entre las bancas. Aquí se justificaría el triunfo de la funcionalidad sobre la estética, que por otra parte no deja de ser subjetiva; no olvidemos que el sello distintivo de nuestros templos indígenas era el de ser pirámides escalonadas.
Para ubicar el problema en su justa dimensión se debe tener presente que nuestro municipio tiene unos 26,000 habitantes, si de éstos el 15% son mayores de 60 años y posiblemente el 80% de ellos viven en la cabecera, entonces tendremos una población estimada de al menos tres mil vecinos de la tercera edad. Los cuales batallan cada día para desplazarse por los espacios públicos que fueron construidos sin orden ni concierto. Sobre todo nuestras aceras evidencian como el interés particular y egoísta prevaleció sobre el beneficio comunitario. Cortadas a tajo y alturas variadas para permitir el acceso fácil a cada una de las cocheras, obligan a nuestros ancianos a elegir entre dos extremos igualmente nefastos: caminar a mitad de la calle exponiéndose a ser atropellados o hacerlo por las banquetas con el riesgo de sufrir una fractura de cadera, como ha ocurrido con bastante frecuencia. Es evidente que una renovación total de esos bienes de uso común pudiera exceder el presupuesto municipal para obras públicas, pero bien se podían ir modificando paulatinamente esos tremendos peldaños, suavizándolos mediante rampas de 15 grados, al ritmo de una o dos calles por año.

lunes, 25 de agosto de 2008

YURECUARO Y EL NEOLIBERALISMO

Yurécuaro y el neoliberalismoLa influencia del liberalismo, doctrina política y económica que surgió en los siglos XVIII y XIX, prevalece hasta nuestros días. Sociedad poderosa y Estado mínimo. El mercado y la libre competencia como únicos motores de la prosperidad y la felicidad. Sin embargo sus ideas generaron un mundo de injusticia: la aparición de masas obreras empobrecidas, sin protección jurídica y servicios públicos fundamentales, sujetas a salarios de hambre y nulos derechos laborales, circunstancias que darían origen al movimiento obrero, las revoluciones y como reacción, el intervencionismo del Estado en la economía. Pero después de 50 años en que la participación estatal ayudó a equilibrar las diferencias sociales, por las crisis recurrentes del capitalismo, se vuelve a recurrir a las viejas y superadas recetas: preponderancia del capital sobre el trabajo, dominio de las potencias y los consorcios trasnacionales sobre las economías en desarrollo. Materias primas baratas y precios sin control. Gobiernos autoritarios para cuidar los intereses de los amos.
Los efectos de las doctrinas neoliberales que se dan en el ámbito internacional repercuten en ciudades modestas como la nuestra, que a lo largo de su historia, indistintamente han gozado o padecido sus efectos. Por una parte, la debilidad y limitaciones crónicas de las administraciones municipales propiciaron que la gente actuara sin trabas y fuera creándose la convicción de que su libertad personal no está limitada por la de los demás en renglones como la higiene urbana, el tránsito, la contaminación auditiva o la embriaguez pública. Aunque por la otra, tanto los gobiernos federales como locales han dejado a su suerte a la sociedad civil para que cubriera, con sus propios medios, gran parte de los servicios públicos. De ahí nuestros “reinados” de las fiestas patrias que cada año se instrumentan para recabar recursos para las obras más urgentes que no proveen los tres órdenes de gobierno.
Por desgracia el acopio de fondos mediante kermeses, rifas, bailes, venta de alimentos y licores, parecen deslizarse más hacia una especie de concesiones en beneficio, tanto de algunos particulares como del erario público, en lugar de que fueran para provecho íntegro de la población. Ahora los fondos pretenden destinarse a la construcción de una barda perimetral de una pequeña zona que tuvo que comprarse para ampliar un panteón municipal ya insuficiente. Y se planea adquirir una extensión mayor, nuevamente mediante el respectivo pago con las aportaciones septembrinas, en lugar de que el gobierno expropiara dicho terreno por causa de utilidad pública y cubriera a un precio justo, la indemnización correspondiente. Los excedentes de la renta petrolera que con gran desprendimiento y sin rendimiento de cuentas está entregando el gobierno federal a los Estados, deberían destinarse a obras de verdadero beneficio colectivo como ésa y no sirvan únicamente para incrementar el obeso aparato burocrático y la promoción política a través de los medios masivos de comunicación.
Por su parte, nuestros gobiernos municipales también parecen compartir el espíritu neoliberal, orientando políticas y recursos para favorecer las actividades productivas y las que reditúan impuestos, pero han relegado a la actividad cultural como un sector que debe estar a cargo de ciudadanos generosos y desinteresados. No parece decoroso que los funcionarios promuevan su imagen política con las diversas manifestaciones culturales de la población y que los maestros o instructores desempeñen su labor sin ningún estímulo, como es el caso del Coro de Niños. Es válido que los políticos se promocionen con las obras que impulsan y realizan, pero hay habrá que apoyarlas con los recursos públicos y el esfuerzo personal. Por lo mismo resulta lamentable que algunas dependencias municipales pretendan alzarse con el mérito de las iniciativas que generan otras instancias, como sucedió con un reciente concurso de oratoria Asimismo es reprobable que los actos culturales se transformen en una especie de mítines políticos a la usanza del antiguo régimen priísta, con acarreo y fanfarrias institucionales. Las manifestaciones culturales para producir los goces del espíritu que constituyen su objetivo deben ser apolíticas, si no pasarán a ser meros vehículos de vulgar propaganda. (JAMG).

domingo, 17 de agosto de 2008

UN DEMONIO TROPICAL......POR JORGE A. MORA GARCIA

Un demonio tropical (2)


Como se apuntó en el artículo de la semana anterior, las personas de tendencia conservadora opinaron que la visita de AMLO a esta población, como parte de su campaña en la defensa del petróleo careció de legitimidad porque la sustenta el PRD, un partido dividido por los intereses mezquinos de las tribus que lo conforman; que utiliza el fraude en sus elecciones internas; que manipulan a la opinión pública mediante consultas amañadas para justificar en un futuro, la toma de las tribunas parlamentarias.
Sin embargo, los diversos partidos políticos no parecen escapar de los grandes vicios que parecen ser connaturales a dichas organizaciones. Corrupción.- Acaso el partido en el poder no tiene sus mejores aliados en Romero de Champs y Elba Ester Gordillo que se distinguen por disponer, en su beneficio o el de sus aliados políticos, de las cuotas y prebendas otorgadas por el gobierno a los gigantescos sindicatos, mismos que pastorean a su antojo. Prácticas antidemocráticas.- Como el uso faccioso del poder que hizo en 2005 Patricio Patrón Laviada, gobernador de Yucatán, para imponer, en una elección fraudulenta al candidato interno del PAN para que triunfara Xavier Abreu Sierra su delfín a la gubernatura, en perjuicio de Ana Rosa Payán, quien al no permitírsele interponer la impugnación correspondiente, renunció a ese instituto político. Así como el uso fraudulento del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) de parte de Patrón Laviada en una campaña dispendiosa de recursos materiales y propaganda en favor de Abreu que rebasó con mucho el tope oficial de los 15 millones de pesos. Asimismo, el linchamiento mediático a que se sometió al entonces presidente del PAN, durante la elección para delegados a la Asamblea Nacional en León, Gto., por “una turba frenética alentada desde Los Pinos y movida sin recato por los capos calderonistas, en la que se reeditaba una actitud oficialoide para presionarme a que dejara la presidencia de Acción Nacional”, en palabras del propio Manuel Espino. Impunidad.- Como la que dispensó Germán Martínez, actual presidente del PAN cuando fue Secretario de la Función Pública ante los quebrantos al erario que cometió Vicente Fox, en beneficio propio, de su cónyuge y de sus hijos políticos pasando por alto las denuncias que obran en su contra. O bien, los casos paradigmáticos de gobernadores arropados por sus partidos a pesar de que los ilícitos en que incurrieron y que son del dominio público, como Roberto Madrazo, Arturo Montiel, José Murat, Ulises Ruiz, Mario Marín “El Gober Precioso” y otros muchos de una larga lista. Toma de recintos oficiales y edificios públicos.- Como las realizadas por militantes panistas en un pasado reciente a los puentes internacionales de Juárez, Córdoba, Chi., Acuña y Piedras Negras y 70 carreteras en todo el país; el bloqueo a la Comisión Electoral de Baja California; secuestro de camiones y bloqueo de carreteras en Puebla e Hidalgo; bloqueo del palacio de gobierno en Mérida; toma de oficinas estatales en Chihuahua, etc. etc. División del partido por intereses mezquinos.- Como el pleito que derivó en ruptura entre Roberto Madrazo y Elba Ester Gordillo; la de los actuales gobernadores príistas frente a Beltrones y su grupo; o la que se da entre yunquistas y calderonistas al interior de Acción Nacional Manipulación de la opinión pública.- Como los miles de millones de pesos gastados en spots publicitarios para convencernos de las bondades de las reformas a PEMEX. La corrupción y el autoritarismo enquistados en nuestro medio desde hace más de 500 años, corroen desde la cúpula hasta los cimientos de la pirámide social y por ende a todos los organismos públicos, los que unidos a la desigualdad económica se interponen como barrera infranqueable a la democracia real. No obstante, como diría Porfirio Muñoz Ledo: “La izquierda no es un partido ni tres. La izquierda es la sociedad en movimiento; es una manera de pensar; es una ética. Siempre la izquierda rebasa a los partidos; hay una izquierda societaria, una izquierda sindical desfalleciente; hay una izquierda cultural y una izquierda moral. Esa es la izquierda en que yo creo”. (JAMG).

sábado, 9 de agosto de 2008

Un demonio tropical (1)

La visita de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a esta ciudad proporcionó la ocasión de constatar la complejidad de los fenómenos sociales vividos en una comunidad como la nuestra. Las personas que ya de por sí tenían una inclinación conservadora, a lo largo de estos últimos años han visto reforzados sus desafectos en forma pasional y acrítica con el estereotipo que construyeron los medios de comunicación masiva en contra de ese personaje. Reveló asimismo la descomposición de los partidos políticos locales, integrantes del FAP, quienes no fueron capaces de convocar a sus agremiados a un mitin con quien hasta ahora, es líder nacional de opinión en la izquierda mexicana; asimismo, carecieron del talento necesario para entender que a través de estos actos se puede hacer proselitismo y no sólo en épocas de elecciones (El tema de los partidos se abordará la próxima semana).
Los conservadores calificaron al acto como propio de quien es a su entender, un demagogo, populista, terco e intransigente, un demonio tropical con tendencias mesiánicas, cuya finalidad real es la de tomar el poder y convertirse en un dictador comunista, lo que no se le debe permitir ya que sería un peligro para México. Al parecer todos los defectos que se le atribuyen a AMLO serían ajenos al resto de los políticos, ya que la conducta de los militantes del partido del orden y la decencia siempre ha seguido los pasos de la Madre Teresa de Calcuta.
¿Demagogo? Acaso los candidatos azules no hacen promesas a sabiendas que no podrán cumplirlas, como el del empleo para todos los mexicanos que ofreció Calderón o el crecimiento económico del 7% que iba a conseguir Vicente Fox. ¿Populista? Porque AMLO propugna por un Estado Benefactor y durante su administración en el DF otorgó ayudas para los adultos mayores. Ahora esa medida pretende instrumentarla el gobierno a nivel nacional. ¿Y cómo se le llamaría al rescate de bancos y carreteras a costa de todos los mexicanos? ¿Populismo selectivo? ¿Terco? Todos lo políticos lo son cuando tratan de obtener una ganancia a costa de sus adversarios. Como el ¡Hoy!, ¡Hoy!, ¡Hoy! de Fox cuando quería imponer el debate a Cárdenas y Labastida. ¿Intransigente? ¿Cuándo algún gobernador o presidente desde el poder, de propia iniciativa, ha hecho una autocrítica y reconocido sus errores? ¿Mesiánico? Fox insiste en que se le llame para siempre “presidente” como a Juárez y Madero; y construye un museo en su rancho de San Cristóbal con una réplica exacta de su despacho presidencial y una biblioteca en que se encuentran copias de todos sus escritos, para inspiración de la humanidad. ¿Dictador? ¿Acaso todos los presidentes, gobernadores, alcaldes y hasta rectores de las universidades, no hacen todo lo posible para que los poderes legislativo y judicial sean fieles instrumentos a su servicio y no verdaderos contrapesos del poder? ¿Peligro para México? El propio Manuel Espino, ex presidente del PAN admitió recientemente que sólo fue sólo fue una “frase de los encargados de la campaña presidencial, que él apoyó”, pero que no era real y que el verdadero enemigo lo es el senador Beltrones.
Como lo advertía Winston Churchill, la democracia es un desastre, pero es el menos malo de los sistemas de gobierno. La construyen hombres cargados de defectos, y no siempre puede esperarse que las naciones transiten del despotismo a la libertad en un lecho de plumas.
Por otro lado, en diversas religiones el diablo es un ángel rebelde, un espíritu que encarna el mal, el príncipe de los demonios. Sin embargo para los griegos un daimónion era una divinidad menor, un espíritu bueno o malo, adscrito al destino de una persona o una ciudad. Sócrates afirmaba que el suyo lo había destinado para que fuera el mosquito de Atenas, semejante a un caballo de raza, magnífico, aunque perezoso y por tanto necesitado del acicate de la persuasión. Por su parte para los hebreos el Satán era el adversario, el acusador go'el, primitivamente el “vengador de la sangre”, el pariente más próximo de la víctima durante el régimen de la venganza privada; aunque también el protector oficial de sus parientes, que tenía, en particular, el deber de impedir la enajenación de sus tierras. En tanto que AMLO continúe asumiendo estos roles, podrá seguir contando con el apoyo popular. (JAMG).

jueves, 31 de julio de 2008

La política: subordinación y conveniencia

Uno de los mayores vicios del Antiguo Régimen priísta fuel el maridaje incestuoso del partido en el poder con el gobierno, a tal punto que aquél constituía un mero apéndice de éste, siempre dispuesto a acatar sus dictámenes.
Con el relevo en el poder, se tenía la esperanza que los llamados gobiernos del cambio se mantuvieran fieles a los principios que sustentaron durante su larga historia como oposición y que desterrarían de nuestro medio esa práctica nociva. Sin embargo el presidente Calderón, con graves carencias de legitimidad y apoyo ciudadano, no ha hecho sino repetir el caduco y viciado esquema, transformando al PAN en la caja de resonancia de los deseos del Ejecutivo. Primero eliminó en forma mafiosa a Manuel Espino como presidente de ese instituto. Luego cubrió todos los puestos directivos de su partido sólo con sus incondicionales, ejemplificados por los casos del secretario y del presidente del PAN. Éste dejó de ser un subordinado miembro del Gabinete, para convertirse en el jefe del partido; quien ha manifestado ser partidario de la “sana” cercanía con el gobierno.
Por lo que se ve, el vicio del Antiguo Régimen tampoco parece erradicarse de nuestro Estado. Así lo testimoniaría la deplorable Consulta Popular sobre la reforma petrolera, programada para el domingo 27 de julio y que en esta ciudad transcurrió con más pena que gloria, no obstante de que está en juego la soberanía nacional. Algunos se figuran que el gobierno estatal convenció a las cúpulas de los tres partidos para que observaran un bajo perfil en este proceso. Ello obedecería a su alineamiento tanto con la postura política de Cuauhtémoc Cárdenas, como para obsequiar los deseos de Felipe Calderón de que se aprueben, sin más, sus iniciativas privatizadoras y entreguistas. Ya en la pasada gira presidencial por Michoacán, Leonel Godoy convocó a todos los michoacanos a “no regatear ni ser mezquinos, sino apoyar al presidente Felipe Calderón”.
Al respecto, es muy significativo que ninguno de los partidos que integran el Frente Amplio Progresista: PRD, PT y Convergencia no hayan movido un dedo para promover la consulta en nuestro municipio. De confirmarse la subordinación a los intereses políticos del ejecutivo estatal, la izquierda estatal, en su conjunto, estarían induciendo el aborto de nuestra embrionaria democracia. Lejos quedaron los números de la última contienda electoral en la que 2,835 individuos emitieron su voto por los supuestos partidos de izquierda de entre los 10,833 sufragantes totales y sobre un universo posible de 20,657 ciudadanos
En México, desde hace tiempo la militancia política se desnaturalizó, al permitirse subsistir de los subsidios gubernamentales, en lugar de las aportaciones de sus agremiados, trasmutándose los partidos en meras agencias de colocaciones. Por ello surgen tantos supuestos militantes multicolores con el fin de usufructuar los recursos que otorgan los institutos electorales; y que todos aspiren a un puesto de elección popular como si fuese una canonjía. Lo que suceda en la vida pública, fuera de sus particulares intereses, carece de importancia. Sin embargo, hay que tener presente que las voluntades ciudadanas se suman por convicción a un proyecto político, cuando están en juego los grandes destinos nacionales, como sucedió con la Expropiación Petrolera. El pasado domingo, los partidos dilapidaron una oportunidad, tal vez irrepetible, para consolidar sus bases militantes Si dichos institutos renuncian a ser los vehículos apropiados para que la gente del común arribe al gobierno, dejarán de ser funcionales y serán rebasados necesariamente por la sociedad civil. En el peor de los escenarios, al convertirse a su vez en motores de la frustración ciudadana, empujarán a la población a transitar forzosamente por el camino de la violencia.J. A. MORA GARCÍA