martes, 18 de noviembre de 2008

EFEMÉRIDES TRÁGICAS

El 18 de septiembre de 1961, cuando se aproximaba al aeropuerto de Ndola, Zambia, el avión que transportaba a Dag Hammarsjold, entonces Secretario de la ONU perdió el control y se estrelló, en una misión que tenía por objetivo buscar un acuerdo con Moisés Tshombé, líder de la secesionista provincia de Katanga, integrante de la recién independizada República del Congo.

La naturaleza del siniestro cobró su cabal dimensión al conocerse el papel que desempeñaron, el director de la CIA Allen Dulles, el ejército belga y las compañías mineras trasnacionales, tanto en la revuelta, como en la persecución, muerte y posterior destrucción del cadáver de Patricio Lumumba, primer ministro y legítimo jefe de gobierno, perpetrada sólo tres meses después. El 4 de junio de 1969 el avión comercial en que viajaba en un vuelo comercial Carlos Madrazo, ex presidente del PRI a la ciudad de Monterrey se estrelló en la Sierra del Fraile cercana a esa ciudad norteña, pereciendo todos sus pasajeros y tripulantes entre ellos el famoso tenista Rafael “Pelón” Osuna.

En esa oportunidad el gobierno del presidente Díaz Ordaz mantuvo como verdad oficial que el accidente fue culpa del piloto Guillermo García Ramos, a pesar de que era un profesional altamente calificado, miembro del Escuadrón 201 y por tanto, habituado a navegar en condiciones de combate y en las climatológicas más severas; oriundo de la ciudad de Saltillo conocía a fondo los accidentes geográficos de la región.

Pero la conciencia popular consideró al siniestro como producto de una explosión, ya que los restos humanos, todos menores de 40 centímetros se esparcieron en un radio de 2.5 kilometros. En 1981, el presidente de Ecuador Jaime Roldós, su esposa, el general Marco Suabía y funcionarios de su gobierno perdieron la vida en un accidente de aviación que la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) calificó como un error de un piloto sometido a altas cargas de trabajo, no obstante que se demostró que los motores del aparato estaban inactivos al momento del impacto.

Casualmente Roldós era un político progresista acusado de proteger al movimiento M19 y al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) y que pretendía reorganizar el sector de los hidrocarburos. Posteriormente, en el mismo Ecuador, la ministra de Defensa Guadalupe Larriva y su hija de 17 años perecieron el 24 de enero del 2007 cuando el helicóptero en que viajaban se incendió y precipitó a tierra en la región de Manta, que por mera coincidencia, ella había manifestado su oposición a la autorización, otorgada por gobiernos anteriores, para que en dicha zona los Estados Unidos instalaran una base militar; así como a la militarización que hizo Álvaro Uribe en la frontera colombiana así como por las fumigaciones de aquel país a los plantíos de coca con gilfosato un defoliante que esparcido por el aire arruinaba los cultivos ecuatorianos. También en 1981 Omar Torrijos, presidente de Panamá, quien recuperó la soberanía del Canal y fundó el Partido Revolucionario Democrático de tendencia nacionalista, perdió la vida cuando el helicóptero en que viajaba explotó en una zona selvática en un incidente cuya verdadera naturaleza nunca fue aclarada.

El 21 de septiembre de 2005, el helicóptero en que viajaba Ramón Martín Huerta el Secretario de Seguridad Pública, en el gobierno de Vicente Fox se desplomó sobre San Miguel Mimiapan, Estado de México, cuando se dirigía al Penal de La Palma al abanderamiento y toma de protesta a los nuevos elementos de la seguridad penitenciaria, junto con él viajaban funcionarios de la dependencia, de la PFP y de la CNDH. El oficial de vuelo que piloteaba otro helicóptero que acompañaba al del Secretario, manifestó haber perdido contacto visual con el de aquél, en un área boscosa y de baja niebla; y que él evitó la zona del mal tiempo pasando por Villa del Carbón hasta Jocotitlán para arribar posteriormente al aeropuerto de Toluca.

Los grandes interrogantes del caso fueron por que ambas naves no realizaron la misma maniobra y por qué la búsqueda por tierra, se realizó un día después del abortado arribo a Almoloya pues, como argumentaron, no se podía realizar por el aire; también por qué los expedientes del caso se mandaron a la reserva por doce años. El siniestro del pasado 4 de noviembre en que perdiera la vida el Secretario de Gobernación, ha despertado la sospecha de que pudo ser un atentado.

Por una parte los rumores que los días anteriores corrieron en la prensa sobre el inminente relevo de Juan Camilo Mouriño, quien contendería para ser gobernador de Campeche; el hecho de que a bordo del avión viajara José Luis Santiago Vasconcelos a quien los carteles de la droga perseguían desde hace tiempo; que las maniobras preparatorias para el aterrizaje se reportaran como normales en los registros radiofónicos del aeropuerto capitalino; que en el mensaje a la nación de Felipe Calderón, dando cuenta del accidente, empleara palabras que parecen admitir la posibilidad de un atentado; que momentos después del accidente el ejército hubiese tomado el aeropuerto de San Luis Potosí donde salió la nave; y que en el mismo lapso el Estado Mayor Presidencial blindara en Campeche la casa de Carlos Mouriño, hermano del victimado.

Las ironías de la vida se revelan en la vida de Mouriño, pues hubo dudas sobre su verdadera nacionalidad al ser nombrado Secretario de Estado y continuarán siempre sobre las reales causas de su muerte; quien fuera un beneficiario (indebido) de la comercialización de hidrocarburos y principal promotor de la reforma petrolera, acabaría sus días en un sitio muy cercano a la llamada Fuente de Petróleos. (JAMG).

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