martes, 28 de diciembre de 2010

ESCAPARATE

1.- Las autoridades del Estado se quejan del trato despreciativo a que los somete el gobierno federal, pero es la misma actitud que, a su vez, ellas dispensan a las autoridades municipales. Si un funcionario se compromete a venir en representación del Gobernador a la sesión del Cabildo de Yurécuaro, en que el Edil rendirá su informe anual, lo menos que se debe esperar es que sea puntual, y que prevea de antemano un tiempo razonable para imprevistos. La impuntualidad que acostumbran es sólo una muestra del poco respeto que le merecen tanto las autoridades como el pueblo del municipio, quienes les aguardan humildemente como si se tratara de un agente de los virreyes coloniales.
Una sentencia muy conocida afirma que “La puntualidad es la cortesía de los reyes”, parece que esa idea le es ajena a la oscura y prepotente burocracia. En el caso más reciente (15/XII/2010), habría que recordarle, a Doña Areli Gallegos Ibarra, funcionaria de tercer nivel que acudió como testigo de honor al tercer informe de gobierno del Presidente Municipal, que su puesto es producto de una mera designación discrecional del gobernador, en cambio, nuestro edil, a tuerto o derecho, ha sido electo por el pueblo.
2.- En política la forma es fondo, por ello es de lamentarse que nuestros funcionarios municipales pidan permiso a la representante del Gobernador para iniciar, sus discursos, y se diga: “nos hacen el favor de acompañarnos”. Dan al traste la autonomía que el texto constitucional pretende otorgar al “municipio libre”. Las cortesías se dan entre los iguales, como sucede en el Congreso o en la Suprema Corte. También los” agradecimientos” al Presidente de la República y al Gobernador del Estado, son maneras cortesanas del antiguo régimen priista, hoy están fuera de tono. ¿Acaso los recursos que aportaron a nuestro municipio salieron de los bolsillos de esos funcionarios y no de los fondos públicos? La cooperación franca entre los tres órdenes de gobierno que proviene de un mandato legal, debe estar muy lejos de esos hábitos palaciegos.
3.- Es lamentable que el Síndico municipal haga labores de censor; él, que debería ser el defensor del pueblo, para acallar las críticas que esbozó el regidor Arriaga Silva a prácticas de esta Administración, al indicarle que tales temas deberían tratarse después entre ellos, una intervención que aplaudió “la clientela municipal”, los empleados públicos, forzados a estar siempre con “el jefe” y por los militantes tricolores, único partido al que se invitó masivamente.
Deja muy mal parada a la democracia la concepción que tienen los funcionarios municipales de ventilar en lo oscurito, asuntos que afectan interesan al conjunto de la sociedad. ¿Acaso no se trataba de una sesión pública de Cabildo, para dar cuenta de la gestión municipal en este año? Cuando a los propios integrantes del Ayuntamiento se les escamotea la información sobre el inicio y conclusión de obras materiales, programas sociales, ingresos y egresos de la Tesorería o la disposición de los bienes municipales, poco puede esperar la ciudadanía de ese grupo que concibe al gobierno como su patrimonio personal.
4.- Por lo demás los fastos municipales, son una mezcla de tertulia familiar, acto partidista a la vieja usanza, pasarela social que brinda la ocasión para el chismorreo por parte de adversarios políticos y criticadores de oficio, incluyéndome.
Todos los regidores uniformados con trajes beige claro para evidenciar que son solistas de una misma orquesta, aunque discordante. Vestuario que seguramente fue pagado con cargo a los fondos públicos. De igual manera las empleadas municipales, habilitadas como edecanes enfundadas en sus terno azul marino. Los empleados varones convertidos por obra y gracia de la imposición autoritaria en militantes priistas aunque sea en el exterior, con sus camisas rojas, al igual que el Lic. Casillas, quien hasta hoy funge como presidente municipal del partido. Seguramente anticipan su inquebrantable apoyo a Humberto Moreira como sucesor de Beatriz Paredes y a Peña Nieto como candidato presidencial. Han de imaginar que la cargada, si es temprana será más redituable.
La nomenclatura, dirían los rusos, añejos dinosaurios partidistas ocupando las tres primeras filas al centro del auditorio, allí estaban los Alcalá, los Botello, los Hernández Limón, Solorio, el señor Notario, etc., y en la periferia los infaltables “invitados” corporativos, vendedores ambulantes y ejidatarios. También los Verdes a quienes no les cursaron invitación formal, haciéndose presentes.
Como ejercicio de educación temprana en las virtudes del acarreo y el corporativismo, tan entrañables para el alma nacional, un grupo de escolares de 4º año de Primaria, con todo y banda de guerra. Para que no quedara duda de la disciplina partidista, las edecanes registrando a quienes asistían al acto; acaso para ver que abonaban el pago por los beneficios que ya se les otorgaron; también para agradecer a los extraños el honor de su presencia, cuyo número servirá para enriquecer las estadísticas de popularidad.
En mesas convenientemente repartidas en los extremos del recinto, refrescos y galletitas, una recompensa por la espera o por el simple hecho de asistir. Reunión del cabildo que se asimila a una despedida de soltera, un baby shower o una demostración de Tuper Were. Lo mejor de la espera, la música instrumental de fondo, con melodías de películas famosas.
5.- Una de las causas más frecuentes de los enfrentamientos entre las organizaciones criminales se deriva del hecho de que las autoridades “venden” la plaza a una banda enemiga con la que previamente se habían comprometido. Así se dice que El Chapo se quejo ante el general Acosta Chaparro, enviado como emisario de Calderón para pactar una tregua con los carteles de que funcionarios de Gobernación le habían vendido a los Beltrán Leyva, la plaza del Estado de México por diez millones de dólares, a pesar que previamente se habían comprometido con ellos (Proceso 1779).
Tal vez, “vender” significa que las autoridades no perseguirán las actividades de determinada organización, pero si lo harán con sus competidores, incluso les avisarán de las persecuciones que emprenderán en su contra las fuerzas armadas, cuando les sean notificadas éstas.
Posiblemente la relativa paz de que goza nuestro municipio se deba a que las autoridades han permanecido neutrales frente a uno y otro cartel de los que operan en la región. Sería suicida que se comprometieran con unos y luego ante otra oferta sustanciosa, les dieran espalda a los primitivos patrocinadores, pues ello convertiría a nuestro pueblo en un teatro sangriento, donde ambos se disputarían el mercado local o el libre tránsito para sus mercancías. Se toca madera.
6.- El gobierno municipal, no contento con la cuantiosa erogación de los recursos públicos para la promoción de su imagen, ahora arrebata las bardas en que simpatizantes o militantes de un grupo político dejaban mensajes de promoción social, no proselitista, como ocurrió en una situada en Amado Nervo, entre 5 de Mayo y Justo Sierra.
7.- Cómo explicarse que el Frente Estatal Ciudadano y Magisterial pudiera felicitar al Presidente Municipal por “la transparencia de su tercer informe de gobierno”, y afirmen: “con hechos y rendición de cuentas se engrandecen los pueblos de Michoacán”, antes de que saliera a la luz pública ese documento en este mismo Semanario, el propio día 15.