domingo, 23 de octubre de 2011

ESCAPARATE

1.- Las prácticas políticas del Antiguo Régimen imperantes durante 70 años minaron todos los sectores de la sociedad con su populismo y sus prácticas clientelares, de tal manera que hoy todos los partidos siguen al pie de la letra el obsoleto script del dinosaurio jurásico que se niega a morir.
Así vemos a las caravanas carnavalescas que recorren el ámbito municipal y que mediante gritos, porras, silbatos y música estridente pretenden convencer (?) a los habitantes del pueblo de la bondad o virtudes de su particular candidato. Tal vez consideren que entre más numeroso sea el grupo de acarreados que les acompañe, será una demostración palpable de su inmensa popularidad, que arrasará al llegar los comicios. Sólo que lo importante es el poder de convocatoria que los candidatos tengan en las colonias y comunidades que visitan, lo numerosa que sea la gente dispuesta a escuchar, pero sobre todo a hacer suyo un proyecto (?) de gobierno.
Esto se logra sólo a través de un verdadero diálogo, en el que los candidatos expongan como piensan gobernar, cuáles serán sus prioridades, que metas se proponen alcanzar a corto y mediano plazo, con qué recursos contarán para lograrlas, tanto para el municipio en general, como para el sector urbano o rural específico que visiten. Pero, sobre todo, que estén dispuestos a escuchar e incorporar a su proyecto, las objeciones, modificaciones y sugerencias que se les formulen.
De lo contrario, todo se vuelve una gran farsa. Los candidatos haciendo promesas que difícilmente tienen la intención de cumplir, los presuntos ciudadanos conscientes del discurso hueco, con la seguridad de recibir en el presente un obsequio -alcahuete del voto-, un regalo que consideran (más con fe, que con certeza), como una especie de anticipo de las dádivas (improbables) que recibirán en el futuro, al concebir a los políticos como si fueran una especie de padres providentes.
2.- No contentos con la propaganda simplona imperante, los hoy trico-verdes desarrollan una estrategia visual minimalista, optando porque se les reconozca con una sola letra en cachuchas y playeras. Se les olvida que la mente es perezosa y tiende a identificar los signos con objetos o conceptos que le son familiares. Así, “F” puede en sucesión de ideas, asimilarse a feo-foco-fundido; la “M” a malo-maleta-maceta, etc. Allá ellos, que le hacen caso a sus publicistas.
También, difícilmente don Melchor podrá convencer a los electores de que su posible y futura administración no será un mero continuismo de la actual -que tantos sinsabores ha causado a la población-, al hacerse acompañar en todos sus mítines por funcionarios del Ayuntamiento. En el ánimo de la ciudadanía ello se ve como si les estuviera extendiendo una patente previa de impunidad a quienes cometieron irregularidades. Ello anula su gesto desprendido al haber dejado su puesto en la actual administración hace tiempo. Por ello, urge, que se deslinde de manera pública y creíble, a la manera del capitán de un barco que ante el peligro inminente de que naufrague su nave en medio de la tormenta, se ve precisado a echar por la borda toda la carga inútil.
3.- El desprestigio de los partidos políticos es un fenómeno mundial, pero en nuestro país adquiere los más negros tintes. De acuerdo con las encuestas, a los políticos se les tiene en el peor concepto, sólo superado por de los cuerpos policíacos.
Para las formaciones políticas, los principios y las ideologías han dejado de existir y todos practican el más desfachatado pragmatismo. Lo único que les interesa es mantenerse o hacerse del poder. Se han convertido en una especie de casta cerrada hereditaria que se reproduce a sí misma y que impide el acceso al poder a los auténticos miembros de la sociedad civil.
Esto también sucede en el diminuto universo de nuestro pueblo, aunque en menor grado: los mismos apellidos se repiten a lo largo de los años. En las planillas actuales aparecen al menos tres hijos de presidentes municipales; otros tantos de antiguos regidores; alguno perteneciente a una familia que se afana por colocar siempre, bajo cualquier bandera, a uno de sus miembros; también los hay proveedores oficiales y amigos de los anteriores. Esto seguirá sucediendo hasta que el conjunto de la sociedad civil se organice, integre asociaciones no gubernamentales (ONG), cuyos miembros estén dispuestos a sacrificar algo de su conservadora y cómoda vida en beneficio de la comunidad.
4.-En nuestro medio, las banderas que supuestamente pretenden enarbolar cada uno de los partidos políticos, dicen muy poco a los ciudadanos: nacionalistas revolucionarios, (aunque vende-patrias); humanistas éticos (que transan y roban); ambientalistas, (amantes de la pena de muerte); promotores de la justicia social (que se transforman en caciques o magnates). Izquierdas, derechas o centro, hoy son meras palabras sin sustancia.
Así, muchos electores optan por votar -a nivel nacional y del Estado-, en favor del personaje, que tiene la más reiterada presencia en los medios electrónicos, pero sin conocer ni enterarse de sus prendas personales. En cambio en el pueblo, se conoce a los candidatos y sus antepasados hasta la tercera generación; incluso, con algunos de ellos, existen lazos de amistad o compadrazgo.
Pero un voto razonado debe hacer a un lado este tipo de consideraciones, atender sólo a su trayectoria en su profesión u oficio, a su historia personal, a su experiencia administrativa, a su comportamiento y seriedad anteriores como funcionarios públicos, a su independencia de los caciques locales o regionales; preferir al que de acuerdo con esos antecedentes se considere que mejor defenderá mejor los intereses de la colectividad y no los suyos o los de su grupo.
Se debe poner en una balanza los pros y los contras, para decidir por qué Melchor es mejor que Rafael o por qué Rigoberto es mejor que Juan Manuel; o cualquier otro tipo de combinaciones, para al final decidirse por el que tenga mejores calificaciones o si lo prefieren los pesimistas, por el menos peor.
5.- La nota de la COMAPA-YU que apareció en este Semanario en la edición del 7-X-2011 (p. 17), se presta a la confusión, puesto que por un lado se afirma que la solución a los problemas de la escasez del agua “no son hacer más pozos, sino la rehabilitación de nuestras redes del agua potable”, para luego afirmar que el “pozo nuevo que se rehabilitó da 25 litros por segundo” y poco antes había apuntado: “además de que se tuvo que ser rehabilitado un pozo que se encontraba ya perforado y hacer los estudios correspondientes para echarlo andar”. Entonces, en qué quedamos. Tampoco aclaran dónde se ubica este nuevo venero.
Además se afirma que: “el pozo de la Estación dejó de funcionar, ya que tuvo que ser apagado en su totalidad, ya que cada 3 meses lo estaban reparando por el bajo nivel de agua” (Acaso nunca pudieron dotarlo de una pichancha automátizada). No obstante lo anterior, en el recuadro donde se da cuenta de los diferentes pozos de la ciudad y los litros que proporcionan -entre otros datos-, nuevamente aparece el Pozo Ferrocarril que suministra a 612 mil litros diariamente. Entonces, en qué quedamos.
También se menciona que cada habitante consume 590.61 litros de agua por día, esto es mucho decir, sobre todo, porque la cuenta la sacan al dividir el número de habitantes por la cantidad del fluido, que según eso suministran en 17 horas continuas de bombeo. Al no haber medidores para cada usuario, ello no pasa de ser una mera especulación, pues no se sabe a ciencia cierta cuánta agua se desperdicia por desperfectos en la red.
En fin, a los señores de COMAPA-YU no han logrado (querido) distinguir que hay problemas que exigen una resolución inmediata y otros que se pueden abordar en un mediano plazo, los que muchas veces obedecen a motivaciones políticas o económicas particulares.

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