martes, 4 de octubre de 2011

ESCAPARATE

1.- Se sigue comentando la participación de un grupo de escoltas oficiosos fuertemente armados que a bordo de dos camionetas acompañaron en la retaguardia al contingente que desfiló el día 16. Lo que hizo recordar el cuento del hombre que padecía una plaga de ratones en su casa, por lo que un amigo le recomendó combatirla con gatos, los que al multiplicarse se transformaron en una peste y para librarse de ella, tuvo que emplear unos perros bravos que, en breve, le disputaron el acceso a su morada, por lo que se vio en la necesidad de expulsarlos con un león enorme y a éste, a su vez, con un elefante, que se apoderó para siempre de toda la finca. ¿Acaso este será el destino de los próximos comicios y del gobierno municipal?
2.- En nuestro medio, hay muchos ciudadanos que conciben a los partidos políticos como meras agencias de colocaciones que les brindan la oportunidad de un empleo bien remunerado; Poco les importa la ideología: un día se asumen como liberales, en otro como conservadores, para luego afirmarse como social demócratas o ecologistas.
Algunos de estos individuos carecen de altura de miras, incapaces de subordinar sus particulares intereses al bien de la comunidad. Prefieren ver pulverizada la institución política a la que pertenecen y facilitar el triunfo a los adversarios antes que refrenar sus ambiciones.
A otros más, les parece conveniente unirse a otras formaciones de izquierda para obtener la gubernatura, mas no consideran contradictorio luchar ferozmente en contra de las mismas en la búsqueda individualista del poder municipal.
3.- Seguramente los funcionarios municipales que acudieron al mitin de Fausto Vallejo en esta ciudad, pidieron licencia sin goce de sueldo, ya que éste se realizó en día laborable y en horario de trabajo, pues de lo contrario habrán incurrido en un delito electoral. Asimismo, ese acto político se constituyó como una escuela de civismo, al llevar como acarreados a los jóvenes del equipo de tercera división y coaccionar a los empleados del Ayuntamiento para que estuvieran presentes. Este es un ejemplo palpable de cuánto han transformado los tricolores sus prácticas democráticas.
4.- El candidato del sufragio-embrollado se presenta como el adalid del cambio para nuestra ciudad. Curiosa forma tienen los azules de concebir la que es una transformación, cuando su principal fuente de apoyo madrinazgo- pretenden tenerlo no en sus 20 votos partidistas, sino en Doña Cocoa, cuya imposición pretende hacer efectiva Don Felipe, e instaurar la sucesión dinástica en nuestro Estado al que consideran como un coto familiar, a la manera de los Moreira en Coahuila. Con Calderón tras Calderón, se integraría una verdadera batería de cocina para freír a los michoacanos.
Con esos supuestos apoyos, el candidato del sufragio-embrollado no vacilará en ofrecer si llegase a la alcaldía, un verdadero paraíso sobre la tierra, pues en la contienda anterior, sin tales valedores, únicamente prometía un tractor para cada campesino y la sede de una universidad en nuestro pueblo.
Pero en la política la forma es fondo y muy poco habría que esperar de la tal mudanza de ese hipotético gobierno, puesto que la campaña la iniciaron de la manera más pedestre, propia del priismo más vetusto del siglo pasado con acarreados, porras, demagogia y banderines; con ruido de tambora y cohetes a porfía, recursos todos que tienen un pobre poder de convocatoria y si de mucha censura por la contaminación auditiva que provocan y que difícilmente cambiaran la intención de los votantes.
Los políticos, al igual que Televisa, imaginan que el sentido estético de los ciudadanos y la manera en que éstos conciben a la política, se ha estancado en un estadio cerrero, para los jodidos, diría el Tigre Azcárraga, sólo ofrecemos diversión sin contenido
5.- El antiguo régimen, en lugar de propiciar el libre juego democrático, durante los 70 años en que se mantuvo en el poder, estableció el clientelismo como institución, la práctica reiterada de intercambiar el voto ciudadano por propinas. Una forma de proceder que echó raíces en el imaginario colectivo, se volvió cultura y tradición popular; y en la actualidad, la practican con fervor y éxito todos los partidos políticos.
Los cuales, ya en el poder, imitaron a los conquistadores españoles que se adueñaron del oro indígena a cambio de cuentas de vidrio. Así, estos nuevos depredadores se han apropiado de la libertad ciudadana a cambio de migajas ocasiónales, -cemento, fertilizantes láminas de asbesto, camisetas, bolsas para el mandado-, envileciendo a un pueblo lleno de carencias. Unas dádivas que después serán cobradas con creces a los contribuyentes cautivos a la manera de Dráculas modernos.
En el mundo cibernético de hoy, la demagogia y el clientelismo adquieren un nuevo rostro. Tanto don Fausto Vallejo, como doña Cocoa, promocionan el otorgamiento de sendas tarjetas a quienes se adhieran a sus respectivas candidaturas: “La EFE” y la de “beneficios”, respectivamente. Hacen creer que se otorgarán, como una concesión graciosa a sus seguidores una serie de bienes y servicios, que no son sino parte de las obligaciones normales que tiene cualquier gobierno para todos los ciudadanos y no sólo a los que hayan votado por determinado partido, pues de lo contrario instaurarían un gobierno de exclusión selectiva, una especie de apartheid sudafricano.
El que los solicitantes de la tarjeta queden inscritos en un listado especial, amenaza seriamente la manipulación del padrón y la coacción del voto. No parece ser, sino una forma más sutil de la antigua práctica priista de recoger las credenciales de elector para secuestrar el sufragio. Por su parte, el hecho que a dos partidos políticos distintos se les ocurra exactamente la misma estrategia electoral parece evidenciar la existencia de un aparato de espionaje del lado panista, puesto que “La EFE”, al permitir llamadas de larga distancia a Norteamérica, pareciera haber sido concebida y gestionada con mayor anticipación.
6.- El modelo del presidencialismo autoritario, el partido único y del carro completo dejó de ser viable para México. Por eso han aparecido voces que pretenden romper con ese pantano, unos como Peña Nieto, regresando al pasado, al proponer la sobre-representación de los legisladores, para tener en el Congreso una mayoría ficticia. Otros, como Beltrones, pretenden descubrir el agua tibia, proponiendo coaliciones de gobierno, que no serían obligatorias, sino uniones respecto de un proyecto común, asumido por dos o más partidos. Estas coaliciones se podrían hacer desde ahora, sin necesidad de una reforma constitucional, pero no tendrían ninguna fuerza vinculante.
Para qué “poner parches mal pegados”. Nuestra realidad política demanda ya la instauración de un régimen parlamentario. En que el Presidente de la República sea exclusivamente Jefe de Estado, tenga la representación del país y esté a salvo de las luchas partidarias. El primer ministro sería el Jefe de Gobierno, emanado del Congreso, al que debe rendirle cuentas; sería el encargado de formar el gabinete, ya sea con partidarios propios, de alcanzar la mayoría legal en los comicios o bien formando coaliciones con las demás fuerzas políticas; estas sí, comprometidas legalmente a gobernar, ya que los Secretarios de Estado serían, asimismo, responsables ante el Parlamento. En caso de un conflicto insuperable entre las fracciones integrantes, el Presidente de la República tendría la facultad de disolverlo y convocar a nuevas elecciones.
Un sueño guajiro; pues en este país, las fuerzas políticas ni siquiera se han puesto de acuerdo en tres años para elegir a los consejeros faltantes del IFE, situación que compromete seriamente las próximas elecciones presidenciales, pues bien podría presentarse un empate entre sus miembros, sobre la legitimidad de esa contienda y no habría otro árbitro que pudiera calificarla; y todo por el agandalle que pretende el PRI para imponer a sus partidarios.

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