lunes, 9 de abril de 2012

ESCAPARATE

1.- Se dice que es más difícil desterrar los vicios atléticos que adquieren los futbolistas que enseñarles nuevas virtudes deportivas. Un fenómeno similar parece ocurrir con las administraciones municipales que persisten en reproducir los desaciertos de sus predecesoras. En los festivales de danza folklórica que se realizan año con año en nuestra ciudad, se insiste en relegar a los ciudadanos. Los de primera, pueden ocupar las primeras filas, de ese auditorio eventual que se instala sobre la calle Hidalgo frente a la casa de gobierno, desde el cual degustan bebidas alcohólicas, con alfombra y mesas puestas, aquellos que pueden gastarse sus buenos pesos, mientras ven la función. Hasta atrás, los proles que no pueden darse esos lujos y ostentaciones. Esta discriminación, que es que es inadmisible para cualquier gobierno, independiente de su color partidista se vuelve escandalosa para quienes se asumen como de izquierda. Se dirá, que es el costo a pagar, para que los organizadores enfrenten los gastos que ocasionan los viáticos de quienes participan en el certamen. Es comprensible que la compañía de banquetes, beneficiada con la concesión de la cantina, como empresa que es, vea más por sus ganancias que por la promoción cultural, así sea a cambio de una aportación pecuniaria o de apoyo logístico, que la ciudanía desconoce. Como también se ignora el apoyo que reciben los organizadores a manos del municipio, la federación y el gobierno estatal. ¿Realmente se estará en presencia de una promoción cultural o será un negocio de particulares que usufructúan bienes públicos? Mientras no haya rendición de cuentas a la ciudadanía, siempre quedará la duda. Como también existe la inquietud por el riesgo que implica invitar a grupos foráneos, incluso internacionales a una zona del país en la que la violencia está a la vuelta de la esquina. Estarán conscientes los organizadores y las autoridades de una eventual tragedia, cuyo escándalo trascendería las fronteras de nuestro país. Acaso todas las fuerzas policíacas del pueblo se dedican exclusivamente a proteger a los bailarines, abandonado la vigilancia de todo el pueblo. Pareciera, asimismo, que la situación les tiene sin cuidado también a los demás órdenes de gobierno. 2.- Que rápido “enseñan el cobre” los militantes que ahora se quejan por no haber obtenido un cacho de la memela municipal; ellos, que supuestamente trabajaron para llevar a un correligionario al poder. El amor a la camiseta era sólo simplemente barniz, pompa de jabón que se rompe a los primeros rayos del sol (azteca). Queda claro que se lanzaron a la contienda electoral como si fuera el requisito de una agencia de colocaciones muy alcahueta. ¿Y los principios partidarios? ¿La disciplina partidista? ¿La solidaridad con los camaradas? ¿La apertura de miras frente a la composición plural de las fuerzas políticas? Nada de ello, sólo el deseo (frustrado) de pasarla cachetonamente sujetos a la ubre presupuestal por cuatro años. 3.- Aunque su nombre pretende indicarlo, FERROMEX no es una empresa mexicana de ferrocarriles sino que es propiedad de los gringos. Tampoco un equipo de futbol es del pueblo aunque lleve su nombre. Se incurre, asimismo, en el equívoco de confundir el futbol como show que entretiene a las masas, de lo que debería ser la promoción para que se practique masivamente el deporte, para el mejoramiento físico y mental de sus habitantes. Los dueños del equipo de futbol Yurécuaro, son particulares que obtienen ganancias de tal actividad, aunque ellos digan que sólo conocen pérdidas. Si esto fuera así y puesto que sólo les mueve su amor al deporte, como han dicho, bien harían en donar la franquicia al municipio, para que éste obtenga ingresos destinados a los servicios públicos. Sólo entonces se podrían justificar el monopolio de la cancha y los subsidios municipales. En fin, no estaría de más que en sus informes periódicos el patronato revelara también el monto de los patrocinios en uniformes y publicidad estática. 4.- William Randolph Hearst (1863-1951) propietario de una cadena de periódicos, promotor de la prensa sensacionalista, empujó a los Estados Unidos a una guerra contra España con la finalidad de arrebatarles el dominio de Cuba (1898), a raíz de la explosión accidental del acorazado Maine anclado en la bahía de La Habana, que fue presentada al público norteamericano como sabotaje. La contienda permitió a los gringos apoderarse de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Hoy, los medios electrónicos han desplazado a la prensa escrita en la manipulación de la opinión pública. En esa tarea se pintan solos los dueños del monopolio televisivo y sus aliados de Milenio. Atacan a quienes se opongan a sus intereses, así sean éstos, legisladores o ministros de la Suprema Corte. Los mismos que fueron promotores del montaje de la pretendida aprehensión a Florence Cassez. Por eso, en los últimos días, ya fuera en noticieros y entrevistas, distorsionaron el verdadero fondo del problema, esto es: Si con el fin de encontrar culpables se pueden violar las normas del debido proceso. Por el contrario, con simpleza, lo presentaron como un conflicto de intereses entre la salvaguardia a los derechos de las víctimas o dejar libre a una delincuente extranjera. No pareciera mover a los televisos un gran amor por la justicia, sino más bien, el deseo de imponer sus dictámenes al aparato estatal y moldear la sociedad a su conveniencia. Apoyados por Isabel Miranda de Wallace, quien ahora hace campaña para elevar la baja preferencia de los votantes a su candidatura al gobierno del D.F. 5.- Los miembros de las clases medias son conservadoras por naturaleza y tienden a justificar el empleo de cualquier medio ilícito por parte de las autoridades con tal de que detengan a supuestos delincuentes para tener así, una tranquilidad ilusoria. No se ponen a pensar que cualquier persona inocente, cuando así convenga a la policía o las fuerzas armadas, la pueden transformar en culpable de la noche a la mañana. Con arrestos sin orden de aprehensión, flagrancias que no son tales, incomunicación, siembra de armas o drogas, amagos, tortura, confesiones forzadas, testigos falsos (protegidos), modificación de la escena del crimen, que son el pan de cada día. Por ello es tan importante que se cumplan con las normas del debido proceso. Si no, México corre el peligro de transformarse en un Estado policíaco, a la manera de la Alemania nazi. De allí la trascendencia del dictamen del ministro Arturo Zaldívar, digno de todo respeto, aunque sus compañeros, por presiones y conveniencia políticas, hayan preferido mandar el caso hacia el futuro, seguramente cuando Calderón aquí y Sarkosy en Francia, hayan dejado el poder. Entonces el Tribunal Colegiado al que se regresará el expediente, dejará en libertad a la Cassez por falta de pruebas, puesto que serán desechadas todas las que estaban viciadas. 6.- Se dice que en política no existen coincidencias. El que Benedicto XVI ignorara referirse a Norberto Rivera en su mensaje de agradecimiento durante la recepción que se le dio en el aeropuerto de Silao robustece versión de que en realidad no quiso llegar a la capital de la república para no darle su espaldarazo a quien se ha señalado como protector de sacerdotes pederastas. El problema de la altura del DF quedó desmentido al circunvolar en un helicóptero al monumento del Cubilete cuando menos a 2,800 metros sobre el nivel del mar. Tampoco pareció coincidencia que operarios de Guanajuato elaboraran los ornamentos que utilizó el pontífice en la misa comunitaria, precisamente en color azul panista. Que la televisión se refiriera a Calderón como un presidente piadoso con imagen incluida. Y luego se dice que la visita de Benedicto XVI era meramente pastoral. Paradojas de la historia. Joseph Rátzinger, quien fue miembro de las juventudes hitlerianas, e integrante del ejército alemán, prisionero de guerra en el campo de Bad Aibling, donde fue compañero del escritor Günter Grass, con el que comía cominos y jugaba a los dados bajo una lona, mientras discutían dogmas católicos. Así lo relata éste en su novela autobiográfica Pelando la Cebolla. Quién iba a decir que luego de 67 años daría un discurso en el Palacio del Conde Rul en la capital de Guanajuato, cuya fachada tiene una cenefa de flores y suásticas que es el símbolo nazi más conocido. Por más que éste, tenga un origen milenario y el palacio se construyera en el siglo XIX más cien de años antes que Hitler tomara el poder.

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