jueves, 29 de diciembre de 2011

ESCAPARATE

1.- Las empresas trasnacionales invaden a los países subdesarrollados para explotarlos de manera depredadora sin respetar las leyes ambientales, cosa que no harían en su país de origen. En escala menor, pero no menos grave, tenemos aquí una muestra de ese capitalismo ruinoso con la instalación reciente de una sucursal de Farmacias Guadalajara, la cual más bien actúa como supermercado. Viene a realizar en nuestro pueblo lo que no se animan a hacer, no digamos en la Perla Tapatía, pero ni siquiera en La Piedad: anunciar de manera estridente sus productos en oferta desde la mañana hasta la noche y en los intermedios difundir un ruido que aturde y que ellos consideran “música”; además, dándose el lujo de invadir la acera con paquetes de mercancías como si se tratara de una abarrotera de quinta.
Tal proceder no se justifica porque le hayan dado empleo a unos pocos paisanos, ni tampoco porque supuestamente constituyen una real competencia que abaratará el precio de las medicinas, en lo cual nunca se ha destacado. Más bien desplazará a los pequeños comerciantes y hasta los vendedores de pan. Y nuestras autoridades, con un pie en el estribo, todo les vale Wilson.
2.- Los funcionarios municipales insisten en demostrar que los informes de labores pueden constituir verdaderas obras de ficción, como las novelas, y que ellos son fieles adherentes a la corriente literaria conocida como realismo mágico, donde el acontecer cotidiano se vuelve algo prodigioso como aquél cura en Cien Años de Soledad que levitaba después de beber su chocolate.
Así vemos que nuestro Alcalde sigue desarrollando su don de estar en dos sitios al mismo tiempo y de extender la duración de la jornada a su conveniencia. Si en el 2010 se dijo que otorgó 2,800 audiencias y asistió a 330 reuniones, este año superó con creces sus habilidades prodigiosas.
Según el Cuarto Informe de Gobierno, que computa actividades del 3 de enero al 30 de noviembre del 2011, unos 234 días laborables, excluyendo sábados, domingos y días festivos, nuestro edil otorgó nada menos 3,400 audiencias donde se atendió a 18,000 ciudadanos (prácticamente a todo el pueblo, aunque parezca increíble).
18,000 individuos atendidos en 234 días nos da un promedio de 77 personas por día, si a cada una de ellas le concedió unos 10 minutos de su tiempo, entonces consumió en esa actividad 770 minutos, es decir, unas 13 horas diarias. Pero, en esos mismos 234 días de labores, nuestro edil, participó también fuera del pueblo en más (?) de 340 reuniones, invitaciones, visitas y comisiones, intermunicipales o en dependencias de los gobiernos estatal o federal y por si ello fuera poco, además tomó parte en 22 sesiones del Cabildo.
Toda una hazaña de ubicuidad y de estirar la dimensión del espacio-tiempo como si fuera chicle. Aunque también se puede aventurar una explicación más racional: que don Jaime tenga algunos clones que se hayan apersonado al unísono en lugares distintos. Acaso sería mucho pedir a nuestras autoridades que presenten informes realistas que excluyan los portentos.
3.- Cuando en los medios se denunció el empleo de la violencia como estrategia electoral del régimen panista para reprimir la disidencia social y hacerse del poder en las entidades, como Michoacán, en que no gobernaba y para no ser desplazados de la presidencia de la república en el 2012, se tachó a los periodistas de fantasiosos, cuando no, de actuar de mala fe y tratar de desprestigiar al “intachable” gobierno.
Sin embargo, la terca realidad nos revela como se ha generalizado la actuación siniestra del aparato político en su conjunto, pues no sólo son las instancias federales las que emplean la violencia ilegal como medio control social, sino que a esa tarea se sumaron alegremente los gobernadores de los Estados; reprimiendo no a narcotraficantes y criminales organizados, sino a los líderes sociales, como también quienes piden justicia por las vías institucionales; pero, además, las autoridades desarrollaron como política amenazar a los demandantes y criminalizar a las víctimas.
Se recuerda a Marisela Escobar Ortiz, muerta a las puertas del Palacio de Gobierno de Chihuahua en diciembre del 2010 en su demanda para que aprehendiera al asesino de su hija. A Don Polo Valenzuela Escobar en Durango al buscar a su hijo secuestrado quien descubrió que los delincuentes estaban protegidos por policías estatales y el ejército.
Y en los dos últimos meses: Trino de la Cruz Crisóforo de Santa María Ostula, Michoacán, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), quien defendía la recuperación de mil hectáreas costeras en Aquila usurpado por los caciques de la región. Nepomuceno Moreno, muerto en plena calle y a la luz del día en Hermosillo por buscar a su hijo Mario, levantado hace más de un año por policías estatales. Norma Andrade, en Cd. Juárez fundadora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa sobrevive a cinco disparos, pero su familia está amenazada de muerte. Marta Marichal simpatizante del MPJD muerta en su casa del D.F., Eva Alarcón y Marcial Bautista campesinos ecologistas secuestrados cerca de Chilpancingo, por individuos que vestían uniformes militares.
Pero el caso que pinta de cuerpo entero la violencia institucionalizada lo dio la represión de que fueron objeto los estudiantes normalistas que hicieron un plantón en la Autopista del Sol en Guerrero donde tanto policías municipales, ministeriales y federales (todos descoordinados) que portaban fusiles de asalto se dieron a la tarea de disparar a diestra y siniestra como si se tratara de un enfrentamiento con una guerrilla o una banda de narcos. El saldo: dos estudiantes muertos y varios heridos; gente tundida a golpes a pesar de que se habían entregado pacíficamente. Hoy los genízaros federales y del Estado se echan la bolita para eludir responsabilidades.
4.- El servilismo rastrero con el que actuaban los funcionarios priistas frente a la figura presidencial, parecía ser un atavismo del régimen autoritario y unipersonal que padecimos durante 70 años. Pero, como lo dijera José Ángel Conchello: “El problema es que hay un PRI en cada corazoncito mexicano que busca siempre acomodarse a los tiempos para sacar raja”. Así, presenciamos azorados la vergonzosa y triste exhibición que dio Roberto Gil Zuarth, el secretario particular de Calderón al despedirse de su cargo para buscar un puesto como legislador plurinominal en la próxima legislatura.
Quien achacó, a entidades celestes, los males que padece nuestro país: “Si una fuerza superior, la mano invisible del destino o Dios ha puesto a prueba el carácter de esta nación incluso hasta desafiar las leyes de la probabilidad…, esa misma fuerza, ese destino o Dios, ha tenido el cuidado, la generosidad de prestarnos al mejor presidente de México” “Yo quiero algún día ser como usted, señor presidente”. Hasta los más abyectos de los tricolores se hubieran visto en grandes dificultades para superarlo.
Pero al meditar esas teológicas palabras panistas, se nos figura una mala onda del señor Dios ponernos a prueba sólo para que este nuevo ungido, este renacido David, viniera salvarnos, aunque lo hiciera empujándonos al abismo.
5.- Nuestros “buenos vecinos” han instrumentado toda una estrategia para desestabilizar a nuestro país y justificar una intervención militar encubierta a través de sus empresas privadas de seguridad que tienen en sus filas a miles de mercenarios, como los que actúan en Irak y Afganistán. No puede explicarse de otra manera la actuación del gobierno gringo al mandar a nuestro país miles de armas en la llamada operación Rápido y furioso que terminaron en poder del Narco, así como por el trafique de millones de dólares incautados a los traficantes para que aquí sean lavados por empresas ligadas al crimen organizado. Esto es especialmente grave y desastroso el año previo en que se renovarán el Ejecutivo Federal y el Congreso de la Unión.

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