martes, 15 de noviembre de 2011

ESCAPARATE

1.- El gobierno y en general el establishment, es decir, el conjunto de personas con poder que defienden sus privilegios y procuran mantener el orden establecido, se asemeja a una enorme amiba que engloba con sus seudópodos a cuanto movimiento social pacífico muestre cierta autonomía, lo engullen, digieren e incorporan a su organismo. Así ocurrió con el encabezado por Alejandro Martí y la señora Isabel Miranda de Wallace. Los que a su vez cumplirían la función de diluir y mediatizar al liderado por Javier Sicilia en su última reunión en el Castillo de Chapultepec el viernes 14 de octubre.
También con ese fin digestivo, Felipe Calderón acaba de crear la Procuraduría de Atención a la Víctimas del Delito (Províctima) un organismo “fachada”, que carece de normatividad, y presupuesto, pero que cumple con la finalidad de arrebatarle, en lo inmediato, sus banderas a al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad; “desactivar el potencial de protesta y de movilización ciudadana”.
Así, con un poco de maquillaje el Presidente pretende tapar el cáncer que carcome a toda la sociedad mexicana. -Total (ha de pensar el mandatario), para el tiempo que me resta, que otros se encarguen del desmadre que les dejo.
2.- El Imperio no sólo procura apoderarse de nuestros hidrocarburos, agricultura, comercio, transporte ferroviario o los bancos, también pretende adueñarse del alma nacional, trastocar nuestra cultura imponiendo su muy particular visión del mundo, agringarnos. Para lograrlo posee dos herramientas poderosas: el cine y la TV; y en este afán cuenta con el duopolio televisivo como su principal aliado. Una muestra de ello la tuvimos en la primera semana de noviembre donde la pantalla chica estuvo saturada por películas de horror en las que zombis y fantasmas devoran o masacran a los vivos.
Mientras que para la concepción germánica y anglosajona los difuntos invaden nuestro mundo sólo para hacer el mal a los mortales, en la cosmovisión indígena, nuestros deudos regresan a la tierra como una especie de migrantes que sólo una vez por año vienen a reunirse con nosotros. De ahí que se les agasaje como huéspedes queridos, con ofrendas y se platique con ellos, como haría cualquier persona educada con sus invitados. Si dejamos que la modernidad o el mundo tecnocrático disuelvan al México profundo, no tendremos raíces a las cuales aferrarnos, y “nuestra herencia será una red de agujeros”, como lo expresara, doliente, el poeta, frente a la hecatombe que representó la caída de México-Tenochtitlan.
3.- Los Institutos Electorales en unas ocasiones pecan por omisos y en otras por excesivos. En esto último incurrió el Comité Municipal del IEM, que se sacó de la manga el acuerdo de prohibir la colocación de carteles y volantes en el centro de la ciudad. La medida no se limitó a las paredes y al equipamiento urbano, cuya racionalidad parece evidente para evitar la contaminación visual que afearía la ya de por si deteriorada imagen urbana, sino que también el decreto se extendió a los aparadores y vidrieras de los establecimientos comerciales, situación que viola el derecho que tiene todo ciudadano a manifestar sus preferencias políticas.
Ya veremos si este mismo fervor lo aplica para obligar a todos los partidos políticos para que retiren los espectaculares que han instalado, inclusive atornillados, en el resto de la población dentro de los ocho días posteriores a los comicios y que el día previo a éstos, toda propaganda esté a menos de 50 metros donde se instalarán las casillas.
Pero el Comité Municipal del IEM no ha dicho ni pío, respecto de la contaminación auditiva, que producen TODOS los partidos políticos y que es mucho más dañina para salud tanto física como mental de los ciudadanos. Los perifoneos con música (?) estridente y mensajes a todo volumen que se estancan por horas en cualquier cuadra, sin importarles que los vecinos ni siquiera puedan platicar entre ellos, escuchar un disco o la TV, o a los comerciantes tratar con sus clientes. Peor aún es la utilización de cohetes como medio de convocatoria para las marchas y mítines; explosiones que aturden y nublan la inteligencia. Tal vez por ello no hemos podido superar nuestras estas rústicas inercias.
4.- El crimen del alcalde de La Piedad (LP) aparece envuelto en una serie de circunstancias desconcertantes. Un funcionario público haciendo trabajos de volanteo en día laborable y unos matones que sabían de antemano el lugar y la hora en que éste se encontraría. Un atentado, en que los medios se contradicen sobre las lesiones infligidas y el tipo de arma empleada, que raramente es utilizada por los sicarios -fanáticos del AK-47-,. Una banda local que se haría el harakiri, calentando la plaza precisamente cuando la Policía Federal se había apersonado en ella; una banda que había cohabitado con las autoridades de LP en los últimos años, en forma tan holgada que le permitió extenderse a otros municipios del Distrito, y que logró establecer una delimitación estricta de su territorios frente a los que operan los rivales, al grado de que los taxistas de L.P., y esta ciudad, no pueden llevar pasaje a Tanhuato y viceversa.
Un homicidio, que también pudiera configurarse como un fortuito incidente de tránsito, perpetrado por un influyente o maleante irascible, agraviado ante el pegoteo forzado de calcomanías que se hacían en los vehículos que transitaban por el sitio. En fin, ante la impunidad y la oscuridad del caso, al vincularse el crimen con la política, inducirá a mucha gente a considerar que se trató de un “trabajo interno”, como antes fueron estimados los asesinatos de Colosio, Francisco Ruiz Massieu (1994) y de Rodolfo Torre Cantú, el candidato a gobernador en Tamaulipas (2010). Ojalá en este caso, a diferencia de los anteriores, se detenga a los verdaderos autores del crimen,
5.- El homicidio del alcalde de ha brindado la oportunidad a los panistas de sacar raja política. Así lo hizo Molinar Horcasitas, Secretario de Acción de Gobierno del blanquiazul echándole toda la culpa de la violencia al Leonel Godoy: “el gobernador no ha hecho lo suficiente para combatir al crimen organizado”; en Radio Fórmula: “los michoacanos han decidido que con el PRD no van más”, como también: “Acción Nacional convoca a las michoacanas y los michoacanos a ejercer su derecho al voto el día de la elección que no permitan que esos hechos los intimiden” (sobrentendiéndose, “por nosotros”); y lo expresó con toda la convicción y la autoridad moral de quien ha evadido su responsabilidad por los niños muertos en la guardería ABC de Hermosillo.
Por su parte, doña Cocoa en acto típico de campaña diría: “somos cientos de miles los que saldremos a cambiar de gobierno, él así lo quería”. Asimismo, los aspirantes panistas Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero se apersonaron en las exequias de Ricardo Guzmán haciendo declaraciones interesadas, ante las cámaras. Todos ellos incurren en actos de carroñeo político que tanto censuraron en el caso de Luis Donaldo Colosio y que es, a todas luces, incompatible con el humanismo integral que dicen profesar los panistas.
Ese carroñeo político se ha vuelto algo común en nuestro país. Cuando mataron al aspirante tamaulipeco, su hermano Egidio, que vendría a sustituirlo en la candidatura, expresó en el discurso fúnebre: “Les pido que salgan a votar y voten y crucen el nombre de Rodolfo Torre y el logo de la coalición Todos Tamaulipas (…) la garantía de que cada voto emitido por Rodolfo Torre será un voto por los que vamos a luchar por su memoria, por dar seguimiento puntual a su propuesta y por hacer realidad sus compromisos”.
Beatriz Paredes, la entonces dirigente nacional priista afirmó: “nos llena de indignación, lo que observamos como el fermento de una estrategia política de lucro con la tragedia que nos agravia; exigimos respeto para nuestro dolor; exigimos respeto a nuestro duelo”, es decir, que exigía la exclusividad del PRI para lucrar políticamente con el asesinato. Son los mismos priistas que en esta ciudad pretendieron vestir al cadáver de la maestra Aída Gil Salazar con una camiseta del tricolor, como un acto más de su campaña hacia la presidencia municipal hace cuatro años.

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