sábado, 13 de junio de 2009

Campañas y patrañas

Los comicios que se avecinan el próximo cinco de julio han suscitado una serie de fenómenos sociales, que no por ser familiares dejan de llamar la atención. Campañas políticas en donde los candidatos a diputados se han dedicado a recorrer las diversas poblaciones del Quinto Distrito de Michoacán, supuestamente para captar la simpatía de los votantes en comercios, mercados, colegios, como si concursaran para reinas de la simpatía de alguna preparatoria. Desplegados gráficos a doble plana en los periódicos de nuestra región donde los candidatos muestran su garbo y su pretendido carisma. Volantes, mantas y perifoneos en los que se repiten eslóganes carentes de contenido, que describen las supuestas virtudes de los respectivos concursantes o en los que se anuncian las medidas que emprenderán de llegar al poder, como si fueran unos modernos taumaturgos, hacedores de milagros: acabar con la violencia, abatir el desempleo, terminar con la corrupción, desterrar el narcotráfico, conformar una nueva generación de políticos. Promesas que suenan huecas a la ciudadanía y campañas superficiales que parecen promover el consumo de algún mágico detergente: “éste deveritas limpia la ropa sucia”. En lugar de que pusieran en claro cuál es la capacitación previa que cada uno tiene y que le permitiría desempeñar con eficiencia la actividad legisladora; cuál ha sido su trayectoria real en los puestos administrativos o de elección popular que han desempeñado; cuáles son los objetivos específicos que perseguirán para favorecer a sus electores; y las acciones concretas a través de las cuales dichos objetivos podrán alcanzarse; pues hay que tener presente que la acciones u opiniones individuales de cada diputado federal deben con de confrontarse con otras 500 posibles. Las opciones que se ofrecen a los sufragantes, como ya se apuntaba hace poco en una tira cómica, son poco atractivas: emitir el voto por el que propugna la pena muerte, el que se dedica a hacerle la guerra sucia a sus adversarios, el que supuestamente está ligado con el narco, el que hizo fraude en el 2006 o el que hizo fraude en sus elecciones internas. Los motivos reales que mueven a todos los actores políticos que intervendrán en los comicios se revela en el hecho de que los partidos junto con las autoridades electorales se gastarán este año 16 mil millones de pesos, en sueldos, aportaciones y promoción en los medios; únicamente el presupuesto que utilizarán los partidos es seis veces mayor que el asignado al Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades. Y luego nos espantamos por la rapidez con que se propagan las epidemias. Por otra parte, como producto de la frustración crónica que padece el pueblo mexicano y la desconfianza que despiertan los políticos, en varias ciudades del país han brotado movimientos que invitan a los ciudadanos a que acudan a las urnas, sólo para anular su voto, como una forma de decir ¡ya basta! Suponen que mediante ese proceder se caerá en la cuenta del hartazgo ciudadano, siempre y cuando los sufragios anulados llegaran a constituir un 10% del total de los emitidos; lo que representaría una señal de alarma para el aparato estatal, el cual para sobrevivir buscaría promover un cambio de régimen. Sin embargo existen analistas que piensan que dicha medida, por sí sola, es insuficiente para lograr dicho propósito; pues sería tanto como ceder la oportunidad a sectores de la población, cada vez más reducidos, de entronizar a determinados candidatos. Dicen, que aún aceptando el descrédito de los partidos, todavía existen entre ellos algunas pequeñas diferencias, que permiten seleccionar al menos malo. Por si lo anterior no fuese preocupante, el Presidente de la República que posee (pese a su escasa legitimidad), la investidura de jefe de Estado y de Gobierno, se comporta como jefe de la campaña del PAN. A falta de buenos resultados en el combate a la inflación y la creación de empleos; acabar con la violencia y abatir la delincuencia, procura explotar a favor de su partido la simpatía personal que a base de propaganda televisiva ha creado entre algunos sectores de la población. Por ello se exhibió el domingo 24 de mayo en el palco de los directivos del Estadio de Pachuca a presenciar, junto con Javier Aguirre el encuentro de los Tuzos contra los Indios de Ciudad Juárez. A mitad de semana concedió una audiencia en Los Pinos a Hugo Jackman, el actor estadounidense de moda. El 4 de junio visita el Centro de Capacitación donde estaba concentrada la Selección Nacional de Futbol para infundirles ánimo y desearles suerte en su próximo encuentro contra el representativo de El Salvador. Una estrategia que se antoja tan frívola y superficial como las campañas que se realizan en nuestro Distrito. Para dar una falsa imagen de recuperación económica se mantendrá artificialmente la paridad del peso con el dólar cercano a los 12 pesos, con fines electoreros hasta el 5 de julio. Sin embargo, una vez que tome posesión la nueva legislatura, allá por el mes de septiembre, ante la falta de recursos estatales, aparecerá la resaca, la cruda que sigue a la borrachera del falso optimismo de propaganda. En ese momento, los panistas, junto el PANAL, el PVEM y un sector numeroso del PRI, harán su mayor esfuerzo por imponer el IVA a medicinas y alimentos; en lugar de dictar medidas que eviten la evasión fiscal de los grandes contribuyentes, se haga una distribución equitativa de los impuestos, se disminuya el gasto corriente y los gastos suntuarios del aparato estatal. También se dará el adiós definitivo por el resto del sexenio a la construcción de la Refinería, de nuevas clínicas, puentes y carreteras. Por el contrario, se pugnará por llevar adelante la privatización de PEMEX; y el aparato político en su conjunto, amancebado con los medios de comunicación, luchará con todas sus fuerzas por convencernos que la medida es lasque más conviene a México. Entonces esos legisladores, hoy candidatos tan prometedores, con sus acciones nos estarán manifestando en un futuro próximo: ¿A poco de verdad creyeron en nuestras buenas intenciones de proteger los intereses del pueblo, que expresamos durante la campaña? Al tiempo. (JAMG).

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