lunes, 23 de julio de 2012

ESCAPARATE

1.- Uno de mis cuatro lectores observó que la apreciación hecha en la columna anterior, sobre el exceso de votos para los candidatos presidenciales respecto de los emitidos para senadores y diputados, muy probablemente se debía a que eran personas empadronadas en otro municipio, que sólo podrían sufragar en cualquier caso por el ejecutivo federal, en tanto que un número menor lo podría hacer para el Senado, si es que eran ciudadanos de esta entidad y los menos por las diputaciones, ya que son distintas en cada uno de los XII distritos. Realmente, pudieran ser meras especulaciones de una mente calenturienta llena de sospechosismo.
Pero las cifras nos siguen saltando. Sucede que en nuestro municipio, 11,072 ciudadanos sufragaron por los candidatos a la presidencia, mientras que 10,582 para senadores (diferencia de 490), en tanto que para diputados sufragaron 10,515 (diferencia de 557 respecto del primero). Se antojan demasiados transeúntes de paso por nuestro pueblo.
A nivel estatal 1,651,408 votos para presidente frente a 1,639,341 para senadores (diferencia de 12,067) y 1,632,319 para diputados (diferencia de 19.089, respecto del primero). Asimismo resultaron 46,807 votos nulos para los presidenciables (el 2.83%), una cifra similar al promedio nacional, por contraste, se dieron 164,006 votos nulos para los senadores (el 10% !!!) y 141,716 para los diputados (8.68%). Buena razón para el Movimiento Progresista impugne el resultado de esa elección.
2.- Algunos dicen: “Que de haber ganado en las urnas hubiéramos aceptado la elección y, en cambio, la calificamos de tramposa cuando el resultado no nos favorece. ¡Claro! Aquí, como en el futbol, opera la ley de la ventaja: si pese a que te clavaron los tacos, te jalaron la camiseta y te patearon la espinilla metes gol, la jugada vale, pero si, por el contrario, las trapacerías benefician al que las cometió, la jugada se anula. Y esta vez las marrullerías beneficiaron al marrullero, de modo que hay que anular la jugada”. Armando Bartra. Bajo protesta (Si nos unió el amor, que nos una el espanto). La Jornada. 7-VII-12.
3.- Después de que Felipe Calderón anduvo de aprontón reconociendo el triunfo de EPN, cuando sólo iba computado el 5% de los sufragios, ahora el señor presidente, con sacrosanta indignación (Batman), señala que “la compra de votos es inaceptable”.
Sólo que  la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (FEPADE), que depende del Ejecutivo se hizo de la vista gorda antes, durante y después de la jornada electoral y no movió ni un dedo para detener las trampas de mapaches y alquimistas. Tiene pendientes 2,340 averiguaciones previas con una demora entre los 18 a los 6 meses, además de las recientes. No parece muy urgente el afán justiciero de don Felipe.
4.- “Es momento de que depongamos estas actitudes de diferencia, porque ya tuvo lugar una jornada electoral, ya hubo un momento de la definición de los mexicanos, en favor de las distintas propuestas, de los distintos candidatos que participamos en esta competencia democrática", Con esta declaración, Peña Nieto parece seguir la doctrina del “Haiga como haiga sido”, acuñada por Felipe Calderón. Y que los mexicanos nos traguemos la píldora amarga y quedemos tan contentos con las marrullerías de la maquinaria tricolor, pastoreada por sus gobernadores.
Agregó, "Hoy lo que la sociedad mexicana espera es el respeto de todos al mandato mayoritario que dieron la gran mayoría de los ciudadanos en favor de este proyecto". Habrá que recordarle al mexiquense que su “mayoría mayoritaria”, no es tal, puesto que el 62% de los votantes lo hizo en su contra de “su proyecto” (?) y que el 37% del padrón electoral (84, millones 464,313 ciudadanos), algo así como 31 millones, se abstuvieron de acudir a las urnas, que es otra forma de sufragar en contra del proceso. 18 millones siempre serán minoría, frente a los otros 66,5.
5.- Curiosa es la ética política de los priistas quienes luego de cometer todas las trampas, chanchullos y bribonadas, que hoy son del dominio público, pretenden que sus adversarios acaten su actuación como si ésta hubiera sido inmaculada. Así lo hace su presidente nacional Pedro Joaquín Coldwell (PJC) quien calificó a AMLO de “mal perdedor” por no aceptar, dijo, su “triunfo inobjetable”, en esas circunstancias. Y apoyándose de inmediato en una falacia, afirma dolosamente que el Peje “desconoció la firma del Acuerdo de Civilidad”.
Acaso impugnar jurídicamente el proceso electoral, ante tribunales legalmente constituidos, y con las formalidades que fijan las leyes de la materia, pude ser violatorio de convenios entre particulares. Asimismo, con ello no falta AMLO “al principio de reconocer los resultados” (que sean legítimos), ni “descalifica a las instituciones” (pues está acudiendo a ellas). La calumnia como arma para desprestigiar al adversario en labios de quien se dice paladín de la ética. 
Aunque para ello,  PJC no vacile, en ningunear a AMLO asegurando que fue un “mal candidato”, (ni tanto, con más de 15 millones de votos), “que no logró superar las percepciones negativas” (debió agregar, que nosotros promovimos), que “nunca logró ser puntero” (ya que así lo decían siempre las encuestas que nosotros patrocinamos). Para remachar PJC se erige en defensor oficioso de “los votos de millones de mexicanos”, quienes sufragaron “animados de espíritu democrático”. “El diablo hablando de moral”. ¡Grandioso defensor nos resultó!
¿Puede actuar conforme a Derecho, alguien que para llegar al poder lo torció y abuso de él y de sus fisuras y omisiones? Octavio Rodríguez Araujo. La Jornada. 12-VII-12.
6.- Seguramente que AMLO,  se convenció de que no hubiera podido probar que hubo anomalías en 35mil 750 casillas, el 25% del total, para que el TRIFE anulará la elección en su conjunto. Por eso hoy, está solicitando la invalidez de la elección, basado en el principio constitucional de que las elecciones deben ser libres y auténticas (Art. 41). Su lucha política más bien nos parece destinada a lograr un reconocimiento oficial de que hubo un buen número de anormalidades, que, eventualmente, traerían aparejada la anulación simbólica de algunos miles de sufragios.
“El afán de poder y de ganancia de malos mexicanos que hicieron todo para hacer de la jornada electoral un mero trámite administrativo a cubrir, realizando un simulacro democrático”. Mons. Raúl Vera. Obispo de Saltillo.
También AMLO podría estar luchando por obtener un acuerdo con el conjunto de los actores políticos: partidos, autoridades electorales y gobierno en turno, para modificar la legislación, a fin de que en el futuro se impida y se castigue efectivamente,: “el rebase de los topes de campaña; el rebase de los topes para las aportaciones privadas a partidos; los mecanismos paralelos de financiamiento; la compra directa de votos; la promoción de candidatos fuera de los tiempos establecidos; la participación indebida de gobiernos estatales y municipales en la elección; el manejo parcial de la información por parte de los medios de comunicación, basados en las relaciones poco transparentes entre éstos, los candidatos y los partidos”.
A nuestro parecer, ello podría constituir, al menos, un buen trueque a cambio de allanarse, así sea bajo protesta, con el resultado de la elección.
7.- VISLUMBRANDO EL FUTURO.- Fernand Braudel (1902-1985), quien pertenece a la segunda generación de la Escuela Francesa de los Anales (iniciada por Marc Bloch y Lucien Febvre en 1929), introduce en la historiografía el concepto de los ciclos históricos de corta, mediana y larga duración, a los que aborda de forma interdisciplinaria con los enfoques particulares de la geografía, la historia y la sociología.
El tiempo corto está hecho a la medida de los individuos, consigna acontecimientos propios del cronista o del periodista. La coyuntura es el nivel del tiempo entre la larga duración y los acontecimientos cotidianos, se usa para estudiar las revoluciones o las crisis dividiendo el pasado en decenas, veintenas o cincuentenas de años.
Los ciclos de larga duración abarcan varios siglos, corresponden a las estructuras que cambian lentamente. Así, se dice que el mundo atraviesa por una fase de de 400 años estrechez económica mundial que viene desde la segunda mitad del siglo XVII y terminará hacia el 2050, donde se iniciará uno nuevo ciclo de bonanza.
 A causa del incremento de la población urbana, el avance de la intercomunicación cibernética, el empobrecimiento de las clases medias, el desarrollo de una mayor conciencia en la sociedad civil, el fortalecimiento de las ONG; el decaimiento de los recursos petroleros, la mayor dependencia de los consorcios extranjeros y organismos internacionales (FMI, BM), la restricción de los subsidios gubernamentales a los partidos políticos, con todo ello, es posible imaginar que, en unos 10 o 15 años, las fuerzas políticas mexicanas tenderán a configurarse en un bipartidismo, bajo sendos bloques ideológicos: uno de centro-izquierda (CI) y otro de centro-derecha (CD). Posiblemente, cada uno, estaría integrado por varios segmentos uno más radical, otro de centro-centro y un tercero reaccionario.
Así, el bloque CI podría englobar en el ala izquierda a los sobrevivientes de la actividad guerrillera, anarquistas varios y marxistas nostálgicos, si los hubiera; el centro se conformaría con los social-demócratas, con ex priistas nacionalistas y ex panistas liberales; a la derecha  se ubicarían los remanentes de Los Chuchos.
En el bloque CD, a su izquierda podrían estar los panistas doctrinarios, si es que aún quedasen algunos, al centro la democracia cristiana, los restos del viejo PRI y los tránsfugas del PRD, Verdes y Panales; a su derecha se colocarían el Yunque, la clerigalla, un buen sector del empresariado, los líderes de opinión que son anticomunistas crónicos, y los cuadros de las fundaciones subsidiadas por las agencias estadounidenses.
Dependiendo de la circunstancia económico-social, en cada momento en particular, y al interior de los bloques prevalecerá aquella tendencia que logre imponer su programa y su organización a las demás, ya sea para hacerse del poder o para conservarlo. Es una lástima, que para muchos de nosotros, la concreción de estos posibles escenarios no lo podremos constatar, tal vez lo hagan nuestros hijos o nietos. 18 Hrs. 13-7-2012

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